Médicos empresarios, ¿nacen o se hacen? Sea cual sea la respuesta a esta interrogante, lo cierto es que durante la carrera de medicina, son pocos los estudiantes que reciben algún tipo de orientación sobre la correcta gestión de un consultorio médico.
Por si fuera poco, una vez que salen de la facultad, la realidad es bastante diferente y difícil, pues muy pocos profesionales de la salud tienen alguna idea de cómo gestionar su propio consultorio. No obstante, los médicos tienen las capacidades suficientes para montar su propio consultorio pues las habilidades empresariales están están ahí, en ellos, y son lo suficientemente capaces de desarrollarlas en cualquier momento.
Estas son las habilidades y características que hacen que los médicos sean empresarios por naturaleza:
Los médicos nunca terminan de aprender
Es muy famosa la idea de que incluso después de la graduación, los médicos nunca terminan de estudiar. La actualización es vital para los profesionales de la salud, pues siempre están en busca de nuevos conocimientos.
Por eso, un médico bien puede convertirse en un buen empresario al actualizarse en las nuevas tendencias de la tecnología que ofrecen simplicidad, así como una mejora continua de los servicios que ofrecen y una mayor productividad.
De esta forma, tanto empresarios como médicos buscan hacer más eficientes los procesos en sus propias empresas, incluyendo a las clínicas y los consultorios.
Los médicos evitan cometer errores
Aprender de los errores es una de las cosas más valiosas que existen en la vida, pero no así para los médicos. Un cirujano no puede cometer un error en plena operación y después aprender tranquilamente una lección. Antes de una cirugía debe existir una planeación.
Esto mismo ocurre con los empresarios. Aprender de los fracasos en los negocios es muy importante para administrar correctamente el rumbo de la empresa. Así pues, los errores estratégicos pueden ser fatales para cualquier empresa.
Los médicos toman decisiones y actúan con rapidez
Así como los empresarios, los médicos a menudo toman decisiones sin tener a la mano toda la información. Y como hombres de negocio, el profesional de la salud siempre debe tomar la mejor decisión para su negocio y para sus pacientes. En el mundo de los negocios, la incertidumbre es una constante.