Datos ofrecidos por el Consejo Nacional de Población (Conapo) señalan que en México los menores de 15 años representan alrededor del 28 por ciento del total de habitantes del país, lo que se traduce en unos 33 millones de niños en el territorio nacional, por lo que no es de extrañar que a tu consultorio médico, clínica u hospital arriben con frecuencia pacientes pediátricos que soliciten atención.
Si tienes capacidad médica para atender a niños, debes recordar que los papás siempre buscarán brindar mayores comodidades a sus hijos, así que para mejorar la calidad del servicio que ofrece tu empresa a los pequeños, considera:
1. Hacer las cosas divertidas
Seas pediatra o no, toma en cuenta que a los niños les encanta jugar, por lo que puedes ofrecerles algunos juegos de mesa o juguetes mientras esperan su turno para tomar consulta, pero ten tres o cuatro a la mano, ya que no sabes qué edades tendrán tu pacientes ni cuántos podrían reunirse en recepción.
2. Contemplar los gastos de los papás
Si tu consultorio médico, clínica u hospital está enfocado al cuidad de la salud de los niños, o este servicio es parte importante de tu oferta sanitaria, considera brindar beneficios económicos a los papás, ya que el costo de atender una enfermedad puede multiplicarse por la cantidad de hijos que tengan debido a los contagios, así que para ganar su lealtad bien puedes hacerles descuentos en la atención de dos o más de sus pequeños.
3. Adaptar las instalaciones a los niños
Es común que un consultorio pediátrico esté diseñado con base en las necesidades de los niños, lo que no suele ocurrir en instalaciones de médicos de otras especialidades, sin embargo, si estás dispuesto a no dejar ir a los pacientes más pequeños, puedes hacer algunos ajustes para que se sientan cómodos con tu servicio y sus papás no duden en regresar contigo para atender a toda la familia. Incluye, por ejemplo, alzadores en el sanitario para que a los niños les sea más fácil usarlo, o bien, pinta tus muros con colores más alegres (usar blanco no es obligatorio), en ambos casos, se trata de detalles significativos para los pequeños y cambios minúsculos para los adultos.
