El éxito de tu consultorio médico depende en gran medida de tu capacidad para conformar un equipo de trabajo armonioso y productivo; sin embargo, para que esto sea posible, primero es necesario identificar los “síntomas” de la “enfermedad” que podría estar aquejando al grupo de colaboradores.
En ocasiones la presencia de empleados tóxicos contamina la dinámica de trabajo, pero en otros casos es justamente la dinámica que surge entre los empleados, por acciones o inacciones, la que afecta el entorno.
Por ello, el médico tiene que ser observador y determinar si existe uno o más de los siguientes factores que condicionarían la baja productividad:
1. Victimización
Habitualmente las personas solemos justificar nuestra actitud proyectando en el otro lo que estamos haciendo mal, de modo que no sería extraño escuchar a algún empleado del consultorio médico decir “¿cómo lo hago si el otro no coopera?”.
Cuando esto ocurre es necesario que los miembros del equipo de trabajo reconozcan su parte de responsabilidad en cualquier conflicto o contratiempo, pues de ello depende tener una postura más colaborativa que permita enfocarnos en las soluciones.
2. Silencio
Tener juntas con el equipo de trabajo implica hacerlos partícipes de ellas. De nada sirve que se guarden sus opiniones si al salir de la reunión sienten que los acuerdos tomados no les favorecen o que, incluso, les perjudican.
En una junta de trabajo hay que tratar de fomentar la participación de los involucrados, tomar en cuanta sus opiniones y, por qué no, aplicar sus sugerencias cuando éstas convengan a los intereses de la empresas de salud y de los compañeros.
3. Ausencia de logros
La falta de logros ocasiona una caída en espiral, donde las personas no encuentran una razón para seguir adelante.
Por tanto, conviene que los colaboradores del consultorio médico conozcan sus logros, a fin de que se sientan motivados para seguir progresando junto con el resto del equipo de trabajo.
Como médico sabes que un síntoma no es la enfermedad, pero sí dice mucho de ella, así que te conviene estar atento a cualquiera de estos indicios de que algo no funciona bien en el consultorio.
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