No hace mucho tiempo, en una publicación anterior, el equipo editorial de Saludiario preparó un trabajo en el que destacó la importancia de la imagen del médico en la generación de confianza en su relación con el paciente. Una tarea muy importante para todo aquel profesional de la salud que pretenda hacerse de una buena cartera de pacientes convirtiéndose en su médico de cabecera.
Con esto en mente, el editor de la revista Ethics, de la Universidad de Chicago, EE.UU. y miembro distinguido de la Fundación Guggenheim de la Academia Americana de Artes y Ciencias, Russell Hardin, teorizó la confianza de la confiabilidad en un escrito homónimo publicado en el año 2002.
En este escrito, depositó tres ideas claves sobre el desarrollo de la confiabilidad, ese aspecto que se desprende de la Confianza, para el establecimiento de determinados fines, los cuales, por ejemplo, pueden ser aplicados a la relación médico-paciente.
3 claves para fortalecer la imagen del médico
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Disposiciones puras: confía en ti mismo.
Tal y como lo indica Bob Dylan en su canción “Trust Yourself” a través de la transcripción de las siguientes líneas:
Trust yourself
And you won’t be disappointed when vain people let you down
Trust yourself
And look not for answers where no answers can be found
Don’t trust me to how you love
When my love may be only lust
If you want somebody you can trust, trust yourself.
Si lo que pretendes es hacer que una persona confíe en ti, lo que debes hacer es, primero, confiar en ti. Porque ello implica una serie de factores que únicamente tu conoces y hábitos que harán de ti una persona, hasta determinado punto, confiable.
Disposiciones morales: considera los valores.
Hacerte un profesional de la salud confiable incluye, necesariamente, un arreglo a valores tal como lo mencionaba el teórico alemán, Max Weber. Reconocer que esta estructura es diferente en cada uno de tus pacientes (o sea, que cada quien tiene valores arraigados muy importantes) te hará un experto en el trato con un paciente nuevo.
Disposiciones externas: evalúa al paciente.
Finalmente, el análisis de los agentes externos que influyen directamente sobre el desempeño diario del paciente es elemental para la adopción de un tratamiento. esta condición denominada como “condiciones sociales” o “contexto”, no son únicamente importantes para la definición de una línea para remediar un padecimiento; son importantes para hacer que el paciente haga caso a las indicaciones.
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