El trabajo al interior del consultorio implica la atención constante de pacientes. No es suficiente con tener los conocimientos mínimos en Medicina sino que también se debe saber cómo relacionarte con los demás. Es necesario hablar y escuchar de manera adecuada. Pero aunque cada paciente que te visita es único, existen algunos rasgos y características que se repiten en la mayoría.
Lo que cualquiera desea es atender a pacientes que sean respetuosos, que obedezcan tus indicaciones y sean responsables. Cuando eso se cumple la consulta es fluida y sencilla, lo que permite un servicio ágil y con una alta probabilidad de ofrecer una curación.
Pacientes difíciles de atender
Aunque en la práctica médica no todo es perfecto y, aunque no sea frecuente, siempre se debe atender a pacientes con los que no es agradable trabajar. Por eso en Saludiario hicimos una lista con seis clases que es posible que alguna vez hayas tenido que enfrentarte.
Los habladores
Tener que trabajar en un consultorio, en especial en el sector público, implica atender a una cantidad innumerable de pacientes al día. Cada uno merece su tiempo pero también se debe pensar en los que permanecen en la sala de espera y requieren tu servicio. Por lo mismo, no puedes extenderte demasiado en cada caso porque se afecta a los siguientes en la lista. El problema aparece cuando las personas que van contigo no se cansan de hablar. Te cuentan toda su vida porque piensan que te sobra el tiempo, cuando no es así.
Los impuntuales
Una queja recurrente de los pacientes es que deben esperar durante largos períodos de tiempo para ingresar al consultorio; sin embargo, también existen casos inversos. Cuando se agenda una consulta lo primero que se espera es que las personas sean conscientes y acudan puntuales a la unidad de salud. La realidad es que muchas veces llegan tarde y lo peor es cuando exigen que se les atienda de inmediato.
Los incumplidos
Esta clase de pacientes la puedes detectar en las consultas de seguimiento. Para cualquier enfermedad o padecimiento se requiere del seguimiento estricto y puntual de las indicaciones de la receta. A pesar de lo anterior, muchas personas no hacen caso o simplemente abandonan el tratamiento. El resultado se traduce en recuperaciones parciales o complicaciones.
Los enojones
Es un hecho que absolutamente todos los médicos han tenido que lidiar al menos con un paciente enojón. La mayoría de las ocasiones trasladan sus problemas personales al consultorio y piensan que el galeno que tienen enfrente es el responsable.
Los manipuladores
Con esta clase de pacientes debes tener mucho cuidado ya que están acostumbrados a obtener lo que quieren dependiendo si es conveniente a sus intereses o no. Muchas veces quieren un tipo de tratamiento o un medicamento en específico y van a intentar manipularte para que se les recetes, sin importar que tal vez no sea la mejor opción de curación.
Los inconformes
Generalmente nunca están de acuerdo con nada de lo que les dices, lo cual puede resultar hasta cansado para ti. Nada es suficiente para ellos por lo que debes poner mucha atención en ellos.