Militantes islamistas asesinaron a siete policías paquistaníes que custodiaban el trabajo de unos médicos que se encontraban aplicando la vacuna contra la poliomielitis.
Los hechos ocurrieron cuando ocho hombres armados llegaron en motocicletas y dispararon contra el grupo de policías, informaron funcionarios al diario Pakistan Tribune.
El origen del atentado se debe a que islamistas radicales se oponen a la vacunación, pues argumentan que se trata de una conspiración de occidente que busca esterilizar a los niños paquistaníes.
Este evento no ha sido el único, pues en enero de este año 15 personas murieron en un ataque con bomba en un centro de vacunación en la ciudad de Quetta.
Ante este escenario, los médicos decidieron suspender la campaña de vacunación debido a los constantes ataques que han sufrido, muy a pesar de la orden del primer ministro Nawaz Sharif de continuar con la campaña.
Versiones del diario Dawn de Pakistán, la policía ha ofrecido una recompensa de 5 millones de rupias a quien dé información sobre los asesinos. También informaron que se dará 2 millones de rupias de compensación a las familias de las víctimas.
Pakistán, junto con Afganistán, son los únicos países en donde la poliomielitis sigue siendo endémica. Mientras tanto, los radicales islamistas en su afán por detener la vacunación, han asesinado a más de 80 personas desde diciembre de 2012.
