Aunque no se suele mencionar demasiado, la Esclerosis Múltiple es un problema que se encuentra en aumento en México. A la fecha no existen cifras concretas por la falta de estudios pero de acuerdo con el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, en nuestro país existen alrededor de 20 mil personas afectadas. Mientras que a nivel mundial la cifra asciende a 2.5 millones de pacientes según la Federación Internacional de Esclerosis Múltiple.
En tanto que un severo problema es la tardanza para identificar el problema porque inclusive pueden transcurrir años para que eso ocurra. Un estudio previo mostró que el 37.4 por ciento del los pacientes acude al médico de primer contacto y el 21.5 por ciento acude a un oftalmólogo cuando presentan su primer síntoma. Mientras que sólo el 13.3 por ciento consulta a un neurólogo.
Pandemia genera más daños
Por su parte, de acuerdo con los resultados de una encuesta en línea realizada por Unidos Combatiendo la Esclerosis Múltiple A.C. (UCEM), el 74 por ciento de las personas que se atienden en instituciones públicas de salud han interrumpido sus tratamientos debido al desabasto de medicamentos.
Esta situación empezó desde principios del año y, según los encuestados, se ha intensificado en los últimos meses sin que las autoridades correspondientes les indiquen la fecha en que el servicio se regularizará.
La pandemia por Covid-19 ha dejado sin opciones a estos pacientes, pues, al ser un grupo de alto riesgo por su condición médica, también se suspendieron sus citas, terapias, rehabilitación, estudios y trámites.
Como consecuencia, más del 40 por ciento considera que su condición ha empeorado, con más brotes de la enfermedad, problemas de depresión y deterioro físico generalizado, que ha aumentado su nivel de discapacidad.
Hasta ahora, sólo el 30 por ciento ha emitido alguna queja por la interrupción de su tratamiento; el número de denuncias es tan bajo porque el 83 por ciento de los encuestados desconoce los medios y mecanismos para realizarlas.
A su vez, a nivel mundial esta enfermedad desmielinizante es la segunda causa de discapacidad en adultos jóvenes. En tanto que dentro de sus principales características son que ataca al sistema nervioso central y puede afectar la motricidad, movilidad, sensibilidad, el habla, la visión, orientación y las habilidades cognitivas.
Una enfermedad tan compleja requiere atención integral, y ésta no se reduce únicamente al acceso a servicios y tratamientos médicos. También requiere de capacidad institucional que genere condiciones de inclusión, desarrollo y empoderamiento para las personas que viven con esta condición.
