La religión “pesa” en los médicos a la hora de tomar una decisión importante, especialmente cuando atienden a pacientes terminales.
Al menos así lo revela un estudio publicado en la revista Journal of Medical Ethics, según el cual los médicos ateos o agnósticos suelen tomar decisiones que ayudan a acelerar el fin de la vida de los pacientes en etapas terminales, en contraposición con aquellos profesionales de la salud que presentan una marcada influencia religiosa.
La investigación, realizada por científicos de la Universidad de Londres, también menciona que a estos últimos les gusta discutir con sus pacientes terminales sobre las posibles opciones de tratamientos paliativos.
“Estos resultados son preocupantes, por lo que creemos necesario que las instituciones pongan más atención en cómo la religión o cualquier creencia puede influir en la relación médico-paciente”.
Esta respuesta estuvo basada en una encuesta en la que participaron más de 8 mil 500 médicos de diferentes especialidades del Reino Unido, de los cuales sólo contestaron 4 mil.
Las preguntas se enfocaron en la toma de decisiones en cuidados paliativos y con gente mayor.
También se averiguó sobre sus creencias religiosas, origen étnico y su opinión sobre la eutanasia y muerte asistida, así como si estos factores fueron clave durante el tratamiento aplicado a sus pacientes o durante la toma de decisiones para acortar la vida de los mismos.
De acuerdo a los resultados, los médicos que dijeron ser poco o nada religiosos, tienen un 40 por ciento menos de posibilidades de practicar la sedación que aquellos médicos muy religiosos.
En el caso opuesto, los médicos que mencionaron ser muy religiosos, suelen hablar con sus pacientes sobre las opciones terapéuticas para alargar la vida.
La investigación también encontró que los profesionales de la salud dedicados al cuidado de gente mayor fueron en su mayoría de origen hindú o musulmán. Asimismo, los médicos que mostraron preferencia a los cuidados paliativos, fueron en su mayoría cristianos, blancos y muy religiosos.
Los resultados de la investigación causaron polémica. Mayur Lakhani, presidente del Consejo Nacional para el Cuidado Paliativo opinó que lo anterior es “sumamente preocupante”.
“El entrenamiento básico para el cuidado paliativo debe ser obligatorio para que los médicos se aseguren de que hay una coherencia en la toma de decisiones, basadas en la mejor práctica y la evidencia actual. Cada persona tiene derecho a ejercer sus propias creencias, pero los médicos no deberían dejar que éstas influyan en decisiones”, opinó el experto.
