Un estudio publicado en la revista The Lancet informa que dentro de 10 años una quinta parte de la población mundial tendrá obesidad.
La anterior declaración fue realizada después de que un grupo de investigadores australianos del Instituto Chang, de Sidney, descubriera que los ratones con obesidad pueden poner en riesgo la salud de su descendencia, llegando a afectar incluso a sus nietos.
“Si llegásemos a demostrar que los humanos tienen patrones similares, esto podría causar serios problemas de salud pública”, dijo Catherine Suter, líder de la investigación.
“Hemos analizado que la obesidad de los padres puede afectar incluso hasta tres generaciones. Es por eso que para realizar el estudio, pedimos a los padres llevar una alimentación alta en azúcar y grasas. Los hijos de estas personas aparentaban estar saludables pero cuando iniciaron a comer la misma dieta su organismo reaccionó sorpresivamente y al cabo de una semanas desarrollaron enfermedad renales, síntomas de diabetes y presentaron altos niveles de glucosa”., dijo Suter.
“Lo más preocupante es que los nietos heredarán este tipo de trastornos, sin importar si los padres llevan una dieta más saludable. De ahora en adelante debemos entender qué cambios se llevan a cabo en las moléculas del ARN del esperma ya que podría ser el culpable de transmitir las enfermedades metabólicas de una generación a otra”, explicó la experta.