El secretario de salud de Sinaloa, Ernesto Echeverría Aispuro, admitió que tanto médicos como enfermeras y personal administrativo de los nosocomios de dicho estado viven ante constante presión debido a los actos de violencia, por lo que los pacientes con lesiones de bala deben ser atendidos en hospitales militares donde se dispone de la seguridad necesaria para evitar que sean rematados durante su convalecencia.
Echeverría señaló que la seguridad interna de los hospitales no se fomentará con la presencia de policías armados, ya que esto implica más riesgo para los pacientes y el personal que ahí labora al facilitar enfrentamientos con grupos armados.
A modo de ejemplo, mencionó que durante la madrugada del pasado domingo en el Hospital General de Culiacán dos hombres armados irrumpieron en el área de recuperación donde remataron al paciente “Hernán Alexis”, adolescente que convalecía por herida de arma de fuego mientras el policía que lo custodiaba fue sometido y despojado de su arma de cargo.
El titular de la Secretaría de Salud recordó otro hecho ocurrido el 30 de junio pasado en el Hospital General de Mazatlán, donde hombres armados asesinaron al paciente “Tiburcio Inés” en el área de terapia intensiva, en la cual era atendido por herida de arma de fuego y, en presencia de su madre y del policía que lo custodiaba, perdió la vida.
En ese mismo nosocomio, apuntó, el 30 de agosto de 2011 tres sujetos armados irrumpieron en el área de urgencias donde era atendido el paciente “Jesús Ramón”, al que remataron con cuatro impactos de bala.
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