Desde el domingo pasado y hasta el jueves 1 de septiembre tendrá lugar el 76 Congreso Mundial de la Federación Internacional Farmacéutica (FIP) en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, donde la notoria participación de la comunidad española ha destacado el papel del farmacéutico en el cuidado de la salud.
Durante estos días se ha analizado la accesibilidad y mejora de la atención farmacéutica como elemento clave en un contexto de creciente dependencia a los medicamentos.
Jesús Aguilar Santamaría, líder de la delegación española en el Congreso, destacó que se encuentran “dentro de los 10 países más importantes del mundo en el desarrollo de la profesión farmacéutica”, por lo que son capaces de llegar a toda su población independientemente de dónde vivan.
Aguilar señaló que es importante la presencia de un farmacéutico detrás de cada medicamento, pues “cada vez somos más mayores, cada vez somos más polimedicados, más dependientes”. Asimismo, hay más pacientes con enfermedades crónicas “y esto hace que el profesional farmacéutico tenga un papel mucho más asistencial, mucho más sanitario, que el que podía tener en el siglo pasado”.
En su opinión, España podría ser un “modelo” para países menos desarrollados en cuanto a “la equidad y el acceso al medicamento” en un mundo en el que el farmacéutico cobra cada vez más relevancia.
No obstante, destacó que el desarrollo de mejores medicinas a menores precios es reto que debe afrontar el sector para garantizar el acceso a tratamientos a la población.
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