En la actualidad la diabetes es una de las enfermedades que más muertes ocasionan en el mundo.
Varios estudios pronostican que para el año 2030 habrá 370 millones de personas con esta enfermedad. Por fortuna ya existen varios avances biomédicos que ayudan a los pacientes con diabetes a llevar una vida normal, siempre y cuando aprendan a controlar sus niveles de glucosa en sangre.
A continuación haremos un breve repaso por algunas de las 3 apps más prácticas para pacientes con diabetes:
Diabetes Companion
Esta app está dirigida a personas con diabetes tipo 1 (niños y adolescentes), de esta forma convierte el control de la enfermedad en algo simple y divertido.
Con versiones tanto para iOS y Android, los usuarios pueden llevar un registro de sus niveles de carbohidratos, glucosa e insulina. Y como extra, el programa ofrece una presentación de cómo afecta cada alimento a los niveles de glucosa.
Como extra, es posible imprimir las gráficas de los resultados para que puedan ser analizados por el médico.
BG Diabetes
Los pacientes pueden lograr el control de su enfermedad gracias a que la interfaz de esta app es clara, sencilla y práctica. Los gráficos son de alta calidad y con ellos la gente podrá ver, introducir y controlar su glucosa, cantidad de carbohidratos, dosis de insulina y actividad física.
Otro detalle a destacar es que BG Diabetes posee una base de datos de alimentos bastante amplia, así como una calculadora de carbohidratos e insulina. La aplicación también permite enviar informes al médico, en tiempo real.
Diguan
Se trata de otra aplicación dirigida a niños pequeños con la cual es más fácil explicar y enseñar la importancia de cuidar la diabetes. Diguan es un juego que enseña a los pacientes más pequeños a conocer bien su condición y a afrontar algunas de las situaciones más comunes que pueden afectar la salud de los niños.
Diguan es un personaje que lleva una vida normal, pero el usuario deberá ayudarlo a alimentarse, medicarse, seguir el tratamiento y vigilar sus niveles de glucosa. Sin duda se trata de una forma divertida de mostrar la diabetes a los niños más pequeños.
