La gripe es capaz de causar grandes estragos entre la sociedad. Sin embargo, un grupo de investigadores tal vez encontró la manera de que esta enfermedad no se salga de control y no sea tan desastrosa.
Esta nueva herramienta es nada menos que la empatía, así lo indicaron expertos del Instituto de Tecnología de Georgia, Estados Unidos. Para demostrarlo, los investigadores utilizaron modelos matemáticos para saber por qué las campañas de salud no pueden detener este tipo de pandemias.
Averiguaron que las campañas de salud pública se dividen en dos fases. La primera se refiere a la vacunación. La segunda etapa tiene que ver con la concientización para lograr que las personas adopten medidas de prevención y evitar lo más posible el contagio a otras personas.
Esta segunda fase es totalmente inútil si el comportamiento de las personas no se guía por sentimientos empáticos hacia la comunidad. Esto significa que si las personas enfermas no toman conciencia de que lo importante es no contagiar a otras personas, la enfermedad se expande con más facilidad.
Si alguien que está enfermo decide ir a trabajar o asistir a una reunión social en lugar de quedarse en su casa, incrementa el riesgo de contagiar a todas las personas con las que vaya a entrar en contacto. Por eso pretendemos elaborar un modelo matemático de predicción que tenga en cuenta la forma de ser de la gente que conforma un determinado entorno, incluyendo factores como la empatía o su atracción por el riesgo.
