Autoridades del gobierno del estado de Quintana Roo a través de sus representantes en la Dirección General responsable de los servicios de contratación de personal médico de la Secretaría Estatal de Salud (SSQR), dieron a conocer que a partir de una evaluación realizada en el sector público, el número de profesionales de la salud que se desempeñan en toda la entidad federativa es de únicamente: dos mil 19 médicos, que tienen la encomienda de atender a poco más de un millón y medio de pacientes.
De los cuales:
- 817 son médicos generales;
- Mil 136 son médicos especialistas; y,
- 66 odontólogos.
La explotación médica en el paraíso caribeño
Un médico por cada 792 pacientes
Con esto en mente y contrastando el número de médicos que se desempeñan en el sector público de Quintana Roo con la población total de la entidad, que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) corresponde a:
La relación de médicos por habitantes radica en que hay un profesional de la salud por cada 792 habitantes. Una cifra que dista mucho de los requerimientos establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que señalan que deberían existir 3.2 médicos por cada mil habitantes.
El actual de México es el mínimo de Grecia en los años 60
En este sentido, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su informe más reciente identificó a Grecia como una de las naciones más destacadas a nivel mundial, con un registro de 6.2 médicos por cada mil habitantes.
Hay un problema con las enfermedades crónico degenerativas
En este sentido, la directora de la Clínica de Chetumal del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), la doctora Marina González Zihel, reconció que si bien el déficit es una realidad en la entidad federativa no es ajeno de la tendencia que prevalece en buena parte del territorio nacional.
La mayor demanda que se requiere es la de médicos especialistas, principalmente para la atención personalizada del paciente diabético que no sólo se requiere un médico internista y/o nutriólogo que regulo su control metabólico. También hacen falta retinólogos que prevengan la proliferación de retinopatías y otro tipo de patologías asociadas a la complicación de la enfermedad.
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