No hay empresa que se salve de los ultra conocidos clientes que siempre quedan mal con el pago.
Los consultorios médicos no son la excepción y es posible que alguna vez hayas tenido que tratar con esta clase de pacientes. Esta situación suele ocurrir con frecuencia y los pretextos que dan algunas personas para no pagar a tiempo van desde “pagaré cuando termine el tratamiento” o que “se le olvidó la cartera y mañana pasará sin falta”.
Este tipo de pacientes mal pagadores se han clasificado como unos evasores profesionales de pagos con bastante experiencia y mal intencionados. Por esta razón es importante realizar una pequeña “radiografía” de este tipo de clientes para evitar esta clase problemas.
¿Cómo “cortar” la relación con pacientes mal pagadores?
Es necesario que antes de atender a un paciente, le aclares de forma detallada los contratos, protocolos y normas de actuación de las formas de pago antes de prestar tus servicios.
Sin embargo, también existe la posibilidad de que al terminar el servicio médico, el paciente simplemente te diga que no puede pagar o sencillamente, que no desea hacerlo. Esto puede resultar ser una mala experiencia para ti pues terminarás realizando el papel de “cobrador” ante este tipo de pacientes morosos.
Si detectas que tu paciente es un mal pagador te presentamos tres claves para cortar de raíz tu relación con ellos:
- Realiza una llamada telefónica o envía un correo electrónico en el expliques la situación y dejes claro que en adelante, ya no volverás a prestarle ningún tipo de servicio.
- No culpes al paciente de la situación, sólo limítate a explicar que su relación médico-paciente no funciona.
- Si el paciente pagó una parte del servicio pero se niega a pagar el restante, es posible que debas consultar a un asesor legal.
