El estrés se ha convertido en un factor de riesgo de algunas enfermedades crónicas, además de ser un malestar que se presenta en edades cada día más tempanas. Incluso, en un nuevo estudio realizado por un grupo de científicos que forman parte de la Universidad de Florida se relaciona el estrés infantil con la obesidad en la edad adulta.
¿Cómo determinar la influencia del estrés en la obesidad?
Esta investigación menciona algunos factores que influyen para que los niños padezcan estrés, los cuales van desde una crisis emocional causada por el divorcio de sus padres, hasta los factores socio económicos involucrados durante el crecimiento de un menor.
Realizan un comparativo entre las historias de vida entre los adultos que tuvieron una niñez estable contra aquellos individuos que vivieron episodios de conflicto en la infancia. En donde el primer grupo tendía a realizar planes para el futuro, mientras que las personas que tuvieron una vida inestable cuando eran niños llevaban una vida sin objetivos y reconocían “ sólo vivir el momento”.
Este tipo de conducta se refleja en su forma de alimentarse, concluyendo que un niño con una vida estresante será propenso a la obesidad, pues una persona que toma elecciones de vida poco racionales tiene mayor posibilidad de consumir alimentos de manera excesiva, aún sin tener la necesidad de hacerlo.
Si no se sabe de dónde vendrá el siguiente alimento, tiene sentido comer lo que sea posible en ese momento”, argumentó Jon K. Maner, uno de los autores del estudio.
Al conocerse que la obesidad es una epidemia y que es urgente reforzar las medidas preventivas desde el nivel de atención primaria, esta investigación sugiere aumentar la atención a los conflictos emocionales que provocarían el estrés infantil como un factor de riesgo de la obesidad.