Desde que el virus del ébola fue descubierto en a mediados de la década de los 70’s (1976), diversas empresas farmacéuticas y algunos gobiernos han trabajado incesantemente para encontrar no sólo una posible cura, sino también una vacuna que impida su aparición.
En esta carrera por frenar el avance de esta mortal enfermedad, China anunció la aprobación de una vacuna contra el ébola, convirtiéndose en el tercer país en desarrollar un fármaco contra dicho padecimiento, únicamente por detrás de Estados Unidos y Rusia.
La vacuna, cuyo desarrollo fue dado a conocer por la Administración de Alimentos y Medicamentos de China, se trata de una trabajo en conjunto entre la Academia de Ciencias Médicas Militares y la corporación Cansino Biologics.
Autoridades chinas detallaron que el desarrollo de la vacuna fue basada en la cepa mutante de 2014, cuya principal característica es que puede mantenerse estable hasta dos semanas a temperaturas de hasta 37 grados, por lo que sería de gran utilizad en el clima de África Occidental, una de las regiones del planeta más afectadas por esta enfermedad.
La Administración de Alimentos y Medicamentos probó la eficacia de la vacuna en Sierra Leona, uno de los países que más ha padecido los efectos del ébola.