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10 millones de adultos mayores
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10 millones de adultos mayores

A continuación te brindo 6 consejos que tanto tú como tu paciente pueden hacer con el fin de tener una consulta mucho más productiva.
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Hace unos días recibí a través del sitio de Saludiario un excelente comentario de una de nuestras lectoras, en él se hacía referencia al cuidado de los adultos mayores y las frustraciones que tanto ellos como nosotros sentimos al tratar de dar el mejor cuidado posible a este frágil grupo demográfico.

De acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en nuestro país existen más de 10 millones de adultos mayores de 60 años. Si bien poco más del 30 por ciento de los mismos forma parte de la población económicamente activa, más del 40 por ciento de ellos sufre pobreza multidimensional. Asimismo, uno de cada cuatro hogares mexicanos cuenta con una persona mayor.

En términos de costo, la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) estima que mensualmente el paciente mayor y/o su familia desembolsan un promedio de mil 800 pesos en conceptos de medicamentos y visitas médicas.

Dado estos costos tan elevados, muchos de nuestros pacientes, cerca de la mitad de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México, 2010 del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM), se automedican tomando en cuenta las recomendaciones de familiares y amigos. Otro segmento más acude a consulta en Servicios de Urgencia, los cuales no están diseñados para el manejo de pacientes a largo plazo. Asimismo, la mayoría de los pacientes obtiene su cuidado médico en instituciones públicas y sólo un grupo muy pequeño recurre al sector privado.

Al analizar estadísticas mundiales se sabe que cerca del 40 por ciento de los pacientes mayores de 65 son recetados con entre 5 y 9 medicamentos, esta situación causa problemas debido a reacciones adversas y otro tipo de sintomatología, que pueden ser devastadoras para un adulto mayor.

Con todo lo anterior en cuenta te sugiero proceder de la siguiente manera:

 

1. Simplifica el proceso para obtener una cita tanto como sea posible

Sensibiliza a tu equipo de trabajo lo suficiente para considerar la dificultad que implica para un paciente geriátrico el simple hecho de tratar de llegar a consulta.
Sé flexible con tu horario de atención, pues muchos de ellos carecen de transporte.

Al contestar una llamada procura ser lo más claro posible dando instrucciones para llegar a tu consultorio o clínica, dónde se puede estacionar o qué línea de transporte público lo llevará más cerca de tu ubicación.

Pídele a tu paciente, de ser posible, que acuda a su cita acompañado de un familiar o persona de confianza que conozca el historial médico del paciente.

2. Documentación necesaria de tu paciente durante la cita

Pide a tu paciente que, en los días anteriores a su cita, apunte, con la asistencia de un familiar, su historial médico y lo lleve consigo a la consulta. De ser posible, solicítale también que recoja sus estudios y resúmenes de otros médicos que haya consultado previamente.

También pídele que elabore una lista con todos los medicamentos y suplementos que consume o, en su defecto, solicítale que los lleve consigo. Considera que la mayoría de los pacientes no revelarán si utilizan alguna modalidad o medicina alternativa; sin embargo, es necesario saberlo con el fin de evitar efectos secundario adversos con algún otro fármaco.

3. Pídele a tu paciente, o si te autoriza, hablar con un familiar que sea capaz de elaborar, previo a la cita, un resumen de sus molestias, incluyendo datos importantes como: cuándo comenzaron, cómo han evolucionado, qué ha tomado y qué otros médicos ha visitado.

4. Como médicos considera que un paciente mayor puede presentar algunas dificultades en su audición, así como en su capacidad para procesar información e instrucciones que son complicadas para cualquiera. Lo óptimo es pedir al paciente que acuda acompañado para que tenga apoyo. Paciencia y mucha empatía.

5. Toma en cuenta que los mismos cambios que nuestro organismos sufre al envejecer afectan cómo un medicamento es procesado, especialmente con la frecuente polipatología que esta población presenta.

La farmacoquinética tiene cambios importantes, mismos que debemos tener en cuenta al medicar a un paciente geriátrico. Prueba de ello radica en la gran polifarmacia e intolerancia que conduce a efectos secundarios insustentables, mismos que derivan invariablemente en el abandono del tratamiento, sin considerar el costo tanto económico como en salud que esto conlleva.

De acuerdo con algunas estadísticas, un paciente mayor desarrolla 7 veces más reacciones adversas que culminan en una hospitalización, que un paciente jóven. (Budnitz DS, Lovegrove MC, Shehab N, Richards CL. Emergency hospitalizations for adverse drug events in older Americans. N Engl J Med. 2011 Nov 24;365(21):2002-12).

6. Ayuda a tu equipo a implementar un formato que le puedes entregar a tu paciente con un resumen de su historial clínico para que lleve consigo. Como hablamos en un artículo anterior, no lo tienes que hacer todo tú, delega y empodera tanto a tu paciente como al equipo que te rodea.

Asimismo, trabaja con tu equipo para desarrollar un modelo de atención multidimensional que cubra las necesidades de tu paciente y que incluya necesidades de vida básicas. Casa, sustento, alimentación y siempre cerciorarnos que no exista abuso al mayor.

Según mencionaba el Instituto Nacional de Geriatría en junio de este año, el abuso de un adulto mayor es un problema con una prevalencia muy alta, pues se calcula que casi 2 millones de ancianos son abusados de una forma u otra, sobre todo si tienen alguna discapacidad.

Es un problema trágico y, tristemente, nuestros pacientes guardan silencio por el terror a ser abandonados. No es aceptable.

Entiendo muy bien que implementar todo lo anterior puede parecer una obra gigantesca, pero al considerar que nosotros tenemos esa gran oportunidad para ofrecerle a un ser humano calidad y dignidad en su vida, parece poco a cambio.

Después de todo, ¿esperaríamos  menos de un colega  que le brindara tratamiento a nuestros padres o familiares?

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