La Cámara Baja del gobierno canadiense aprobó la controvertida ley de muerte asistida, con 190 votos a favor y 108 en contra.
La ley para regular la eutanasia fue demandada por el Tribunal Supremo de Canadá cuando en febrero de 2015 indicó que la ley vigente en aquél entonces, la cual castigaba la muerte médica asistida, era anticonstitucional y dio al Parlamento un año para redactar una nueva ley.
Por su parte, el Tribunal Supremo indicó en su sentencia que la eutanasia o muerte asistida sólo estará disponible para cualquier persona que sufra una “condición médica dolorosa e irremediable”. Sin embargo, la ley aprobada no incluyó las recomendaciones de un comité parlamentario que propuso ampliar la norma a menores de edad o personas con padecimientos mentales.
Jody Wilson-Raybould, ministra de Justicia de Canadá, dio muestras de agradecimiento en Twitter sobre la aprobación del proyecto de ley en el Senado.
En tanto que Jane Philpott, ministra de Salud, envío un comunicado en donde menciona que la ley aprobada es “el equilibrio adecuado entre la autonomía personal para los que buscan la muerte médica asistida y la protección de los vulnerables”.
Funcionarios del gobierno canadiense informaron que la nueva ley es un primer intento de abordar temas sensibles y controversiales, por lo que podría ampliarse en los próximos años.
La siguiente gráfica muestra la opinión de la población canadiense sobre la muerte médica asistida o eutanasia:
