A pesar de que en México se dispone de la infraestructura y recursos necesarios para que ninguna mujer enferme o muera por cáncer cérvicouterino, cada año se producen alrededor de 4 mil decesos por esta causa, a los 59 años de edad en promedio, convirtiendo a esta enfermedad en un problema de salud pública, según señalan autoridades en el tema.
Ricardo García Cavazos, director del Centro Nacional de Equidad, Género y Salud Reproductiva de la Secretaría de Salud, informó que la percepción de que el cáncer cervicouterino ha disminuido se debe a que se le da mayor atención al de mama, lo que provoca que cada vez menos cantidad de mujeres soliciten y se sometan al Papanicolaou.
“Nos enfocamos más a cáncer de mama, mayor difusión, muy atentos a la aplicación de elementos de diagnóstico temprano y demás, pero en elementos de atención debemos atender a ambos padecimientos por igual, porque ambos están teniendo una presencia en la mujer mexicana muy importante, pero por percepción el cáncer cervicouterino se ha dejado un tanto con acciones menores”, explicó García Cavazos.
Parte del problema se relacionaría con que apenas una de cada dos mujeres mayores de 25 años se realiza un Papanicolaou, de modo que más del 50 por ciento de los diagnósticos se efectuarían en etapas avanzadas y terminales.
García Cavazos destacó que, a partir de 2006, el cáncer de mama desplazó al cáncer cervicouterino como la primera causa de muerte por neoplasia en las mujeres mexicanas; sin embargo, señaló que generó una tendencia no sólo entre la población en general, también entre el personal de salud, minimizando el problema que representa el cáncer cervicouterino.
Imagen: Bigstock
