En Reino Unido han confirmado un caso de gonorrea en garganta que resultó resistente al régimen estándar de antibióticos, lo que ha alarmado a la comunidad médica, pues temen que la enfermedad se vuelva intratable.
El paciente, un varón heterosexual que acababa de regresar a Gran Bretaña luego de un viaje a Japón, no tuvo respuesta positiva al recibir el tratamiento de primera línea que se usa en diversos países (ceftriaxona y azitromicina), entre ellos Estados Unidos.
Gwenda Hughes, directora de la sección de infecciones de transmisión sexual del Public Health England, ha opinado sobre el informe del caso que éste “resalta que la gonorrea podría volverse intratable debido a la resistencia antimicrobiana”, pues pese al aparente éxito obtenido con el uso de dosis más altas de antibióticos, tal método “sería una solución temporal”, además, subrayó que no todos los pacientes son candidatos para este tipo de tratamientos, por lo que “es probable que al final se desarrolle resistencia a unas dosis más altas“.
El informe refleja las diferencias en las dificultades de tratar la gonorrea en garganta en comparación con la gonorrea genital. Asimismo, señala la necesidad de hacer pruebas en todos los lugares potenciales de infección.
Se sabe que el paciente tuvo relaciones sexuales en Japón con una mujer que estaba en tratamiento por gonorrea, y diez días luego de su regreso a Reino Unido buscó atención médica por presentar síntomas urogenitales durante dos semanas.
Al respecto, se ha señalado que aunque la combinación de ceftriaxona y azitromicina tienen éxito hasta en el 97 por ciento de los casos de gonorrea en Estados Unidos, según reportan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el paciente británico continuó con la enfermedad en la garganta pese a que las pruebas de orina no mostraban infección.
Los autores del reporte llaman al caso un ejemplo claro de “fracaso del tratamiento”, ya que la terapia no pudo eliminar al patógeno con las dosis que normalmente se recetan, pues la cepa en cuestión era resistente a una amplia variedad de antibióticos de uso frecuente.
Las autoridades sanitarias estadounidenses observan de cerca casos como éste, dado que “la resistencia a los antibióticos y el fracaso del tratamiento de la gonorrea en otros países subraya la importancia de seguir vigilando la resistencia a los fármacos en EE. UU., y de cumplir con las recomendaciones para el tratamiento de la gonorrea de los CDC“, declaró Robert Kirkcaldy, epidemiólogo de estos centros.
Kirkcaldy añadió que en las ultimas tres décadas se ha observado que la gonorrea ha desarrollado resistencia a una amplia lista de antibióticos, no obstante, “aunque todavía no hemos visto fracasos confirmados del tratamiento con la terapia dual actualmente recomendada de azitromicina y ceftriaxona en Estados Unidos, la historia nos enseña que solo es cuestión de tiempo antes de que surja la resistencia a esos antibióticos“.
Cabe destacar que en una encuesta proporcionada por Statista sobre población estadounidense a partir de los 45 años de edad en 2009 (525 hombres y 585 mujeres), es posible apreciar que 2 por ciento de las encuestadas y 7 por ciento de los varones dijeron haber padecido gonorrea, de modo que este padecimiento se encuentra entre las principales enfermedades de transmisión sexual que afectan a las personas en Estados Unidos, lo que, a su vez, explicaría por qué la vigilancia tan estrecha que las autoridades de este país mantienen sobre esta patología.
La revisión del caso dirigida por Helen Fifer, investigadora del Public Health England, se publicó en New England Journal of Medicine: “Failure of Dual Antimicrobial Therapy in Treatment of Gonorrhea”.
Imagen: Bigstock
