El comercio de medicamentos a través de las red más grande del mudo, el internet, se ha convertido en un auténtico dolor de cabeza para los profesionales de la salud no sólo de México, sino de buena parte de las naciones que existen en el globo terráqueo, ya que a un “click” de distancia el paciente puede tener acceso a alguna terapia que además de poner en riesgo su salud podría representar un daño muy importante a su calidad de vida.
Internet, un mundo con escasas reglas
Con esto en mente, se calcula que durante el año 2016 México se convirtió en una de las 10 principales naciones con el mayor número de usuarios de la red más grande del mundo. Una situación que permitió el acceso de 60 millones de mexicanos a internet para satisfacer su hambre informática.
Un acceso más cercano
Por otro lado y a la par de un mayor número de usuarios de internet también se privilegió el acceso a la red ya que, con base en la información plasmada por los especialistas de la agencia digital Statista, la venta de smartphones alrededor del mundo se ha incrementado en un 800 por ciento desde el año 2015. Poco más de ocho años en los que la población se ha hecho de un teléfono inteligente para ingresar a la Web.
Salud en internet, un asunto delicado
En este contexto, donde el uso de internet es cada vez más frecuente e inmediato por medio de los dispositivos electrónicos inteligentes, el tema de la salud pública debe ser actualizado en su justa medida sin caer en la censura¹ que podría vulnerar los derechos humanos a la libertad de expresión y al libre desarrollo personal.
Derivado de lo anterior, la Administración de Alimentos y Medicamentos de China (AAMCh) emitió un proyecto de ley por el que se establece una supervisión de los negocios especializados en la venta de medicamentos por medio de internet para consulta pública.
Los operadores de medicamentos en línea deben garantizar también la entrega calificada de los medicamentos adquiridos en línea, establecer un sistema de recepción de quejas y proteger los derechos del consumidor y mantener un registro de reacciones adversas a medicamentos.
¿Será, a caso, que esta medida represente un punto y a parte en la regulación de las farmacias online?
¹ Recientemente en nuestro país los representantes de la H. Cámara de Diputados aprobaron por unanimidad un cambio al artículo 1916 del Código Civil, referente al daño moral a través de los medios electrónicos. Una medida que podría representar un acto de inconstitucionalidad por representar una vulneración a los citados derechos humanos.
Imagen: Bigstock
