Tu consultorio, como cualquier otro negocio, corre el riesgo de fracasar. Incluso si tu manejo de finanzas es muy bueno, cuentas con una amplia base de pacientes y tus colaboradores se desempeñan al máximo, siempre existe la posibilidad de que se presenten situaciones que, súbitamente, todo se vaya para abajo.
Sin embargo, lo anterior no significa que debas enfrentar el día a día sin ninguna protección. Existen varias estrategias con las que puedes reducir substancialmente tu riesgo, ya sea personal, financiero, de negocio o hasta el peligro que podría correr tu consultorio ante un evento catastrófico.
Crea una persona moral para el consultorio
- Muchos emprendedores y líderes de negocio novatos no crean una figura legal que distinga claramente entre la compañía y ellos mismos como individuos. Si tu consultorio no posee esta precaución, los recursos financieros personales o de tu familia podrían estar en riesgo en caso que suceda algún problema.
Contrata seguros para lidiar con un posible riesgo
- Múltiples estudios pueden afirmar que no tener una cobertura siempre resulta contraproducente. Algunos de los contratos más básicos de deberías contratar son protecciones contra robo, reclamos de pacientes, desastres naturales o posibles conflictos legales con el personal.
Acostúmbrate a firmar contratos
- Aunque confíes plenamente en tus socios, colaboradores o proveedores, cualquier decisión fundamental que debas realizar para tu consultorio debería estar respaldada por un documento escrito. Asegúrate de contar con la ayuda legal apropiada para evitar cualquier riesgo innecesario.
Ten en pie planes en caso de desastre
- No importa en qué lugar se encuentre fisicamente tu consultorio, eventos catastróficos como huracanes, incendios o terremotos siempre pueden suceder sin previo aviso. Revisa qué tipo de incidente o riesgo podría pasar en tu ubicación geográfica y elabora una estrategia preventiva.
Fomenta buenas prácticas de negocio
- Cosas tan simples como prestar mucha atención al proceso de contratación, procurar que la seguridad de tu consultorio sea adecuada, fortalecer tus protocolos de ciberprotección y verificar que cumples con los requisitos necesarios de la ley pueden evitarte algún riesgo inútil.