Actualmente el usuario de cualquier servicio, incluso en el campo de la salud, se muestra más preocupado por la forma en que se comportan las empresas con las que interactúa, razón por la cual el médico emprendedor no puede abstraerse de su entorno y encerrarse en su consultorio sólo a ofrecer consulta; debe tener claro cómo gestionar su responsabilidad social.
Al dirigir su propia empresa de servicios sanitarios, el profesional de la salud debe crear sus políticas en este sentido para generar impacto social y agregar valor a su marca médica, por ello, es necesario que considere tres puntos clave al momento de formularlas:
- Coherencia
Ocúpate de que los objetivos de tu empresa correspondan con los mensajes que emite, así como con los servicios que ofrece. Por ejemplo, no tendría mucho sentido que hablaras de algún restaurante con comida vegetariana (de esos hay muchos), a menos que lo abordaras desde el punto de vista sanitario para ayudar a controlar los menús de un paciente con diabetes.
- Claridad en los objetivos
Ayudar por ayudar no es una estrategia de dirección empresarial muy útil, por ello, debes establecer objetivos que aseguren la continuidad de tu programa de responsabilidad social y aporten beneficios a la población de la cual provendrán tus pacientes.
- Genuino interés en la comunidad
Mejorar la calidad de vida de la comunidad está en manos de todo emprendedor, pero es actividad que no debe dejarse al azar, ya que, además de representa parte importante en la estrategia de crecimiento del negocio, el programa de responsabilidad social debe ofrecer cambios importantes para mejorar la vida de los pacientes, quienes darán fe del profesionalismo y habilidades del médico.
