Como médico, seguramente habrás comprobado que conseguir una noche de descanso reparador puede ser más que un desafío.
Muchas ocasiones es posible que despiertes a la mitad de la noche sin poder conciliar el sueño de nueva cuenta, lo que ocasiona que empieces el nuevo día tal y como terminaste el anterior: totalmente cansado. Por eso, una forma de garantizar un sueño placentero y profundo es relajándote antes de ir a la cama.
Lee los siguientes consejos:
El viejo truco del baño caliente
El agua caliente hará que tus músculos se relajen y que tu temperatura corporal suba; esta combinación permitirá que duermas bien. Si tienes posibilidades, coloca aceites esenciales o un incienso olor a lavanda y sólo relájate el tiempo que necesites.
Siéntete cómodo
Antes de meterte a la cama, asegúrate que todo lo que está en tu habitación te haga sentir cómodo. Si tu pijama te aprieta, si el ambiente es caluroso o frío o si las sábanas están sucias, ten por seguro que no podrás dormir bien porque te sentirás incómodo. Hazlo más fácil y soluciona estos pequeños inconvenientes.
Estira tu cuerpo
Aparta 5 o 10 minutos antes de dormir para estirar un poco los músculos de tu cuerpo. Y es que suele ocurrir que al terminar el día, nuestros músculos terminan demasiado tensos debido al estrés. Por lo tanto, siempre es recomendable tomar un baño con agua caliente y después estirar los músculos para deshacerte de la tensión.
Desconéctate de la vida digital
Cuando te vayas a la cama, apaga todos tus dispositivos digitales. Evita ver tu smartphone para revisar tus redes sociales cuando te encuentres dentro de las cobijas de tu cama. Si lo debes hacer, que sea antes de acostarte. En el caso de la televisión, apágala 30 minutos antes de irte a dormir.
Medita
Hacer respiraciones profundas antes de dormir te ayudará a sentirte preparado para dormir. Toma 10 minutos para relajarte y respirar con calma. Evita pensar en los asuntos del trabajo o en problemas familiares. Este dedícalo solo para ti.