Investigadores de la Universidad de Virginia, EE.UU., han publicado un estudio en la revista Current Biology en el que aseguran que los axones, como consecuencia de una lesión, activan un programa de muerte celular que explica por qué las enfermedades neurológicas son tan destructivas como permanentes.
El estudio también explica cómo evitar esta degeneración: hay que detener la cadena de destrucción de axones así como ‘silenciar’ el axón moribundo. Los axones funcionan como cables que permiten que los impulsos eléctricos se propaguen a través de los nervios, de ahí la importancia de su estudio:
“Nuestro trabajo es el primero de demostrar que un receptor conocido por transmitir la información desde el exterior al interior celular juega un papel esencial en la degeneración del axón tras el daño neuronal. Esto implica que los axones se comunican entre sí cuando están muriendo, y que un axón dañado puede ‘engatusar’ a un axón vecino igualmente dañado para que también muera”, explicó Christopher Deppmann, director de esta investigación.
Desde hace más de 150 años se ha creído que los axones mueren de manera independiente cuando se presenta un trauma, como cuando ocurre una lesión cerebral, un ictus o alzheimer, pero de acuerdo con este estudio es probable que no suceda así. Los axones buscan coordinar una destrucción de los demás axones, crean una ola de muerte neuronal y evitan que se restauren o crezcan neuronas sanas.
Los investigadores creen que para detener esta destrucción hay que bloquear la comunicación de los axones. Como el estudio mostró, los axones dañados duran hasta 10 veces más cuando interrumpen su comunicación con otros axones vecinos. Ahora que los científicos saben esto buscan una manera de ralentizar o detener enfermedades neurodegenerativas evitando la comunicación entre axones dañados y sanos. Así concluye Kanchana Gamage, coautora del estudio:
“A partir de este hallazgo, sería posible desarrollar un fármaco para bloquear que el receptor de los axones reciban el mensaje específico que conlleva a su degeneración. Un fármaco que permitiría ralentizar o detener el daño en las neuronas sanas y que podría emplearse en enfermedades como el alzhéimer o el párkinson. Básicamente, lo que podemos hacer es decirle a un axón que no coja el teléfono cuando lo que hay al otro lado de la línea es una señal para su degeneración”.
