Los problemas y las situaciones difíciles siempre serán parte de tu vida. Sin embargo, cuando intentas ser fuerte y demasiado optimista, los pensamientos negativos hacen acto de presencia para succionar toda tu fuerza de voluntad y debilitarte.
Cuando te encuentres en un mal momento, saca fuerzas de flaqueza para que puedas decirle adiós a esos pensamientos negativos y abrumadores de una vez por todas:
Pinta tu raya de la gente negativa
Debes aceptar que hay que definitivamente no te conviene estar junto a ella, por lo que debes decirles adiós. Es una decisión muy delicada, pero cuando por fin lo hagas, te sentirás mucho mejor por haberte deshecho de esa pesadez que no te dejaba salir adelante.
No quedes bien ante los demás
Si lo haces con frecuencia sólo para “sentirte bien” es porque en el fondo no te sientes seguro de ti mismo y que tu autoestima está por los suelos. Quedar bien con los demás puede volverse en una obsesión nada saludable. Así que deja de preocuparte por lo que la gente diga y mejor sé fiel a ti mismo, porque eso, realmente te hará sentir bien.
Si cometiste un error, no te enojes
Al ejercer la práctica médica sabemos que algunos errores pueden afectarte a ti y a tus pacientes. Pero cuando se trate de errores menores, no te castigues ni te exijas más de lo que ya puedes dar. No esperes el clásico reconocimiento ni la palmada en la espalda, pues al fin y al cabo, todos cometen errores.
No te lamentes y sigue adelante
Ante los momentos más grises, lo peor que puedes hacer es perder tiempo lamentándote por lo que no hiciste o dejaste de hacer. Deja de creer que no tienes escapatoria y mejor actúa para que busques una solución a tus problemas.
Proyecta imágenes positivas en tu mente
Hazlo cuando te encuentres relajado y a solas. Cuando estés listo, respira hondo y visualiza cómo quieres estar y cómo le harás para estar mejor.
