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Échate al bolsillo a los pacientes enojados y eleva tu prestigio

Siempre tendrás pacientes difíciles de tratar, por lo que debes aprender a manejar los conflictos de la manera más profesional posible.
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Que un paciente salga de tu consultorio enojado debido a que el servicio médico no fue de su agrado es una situación que le puede pasar a cualquier profesional de la salud… y que muy seguramente te ha pasado en al menos una ocasión.

¡Pero ojo!, que esto pueda ocurrir con frecuencia no significa que debas caer en el mismo error una y otra vez. Recuerda que al final del día los pacientes enojados representan menores ganancias y una peor reputación profesional.

Siempre tendrás pacientes difíciles de tratar, por lo que debes aprender a manejar esos conflictos de la manera más profesional posible.

Si no sabes cómo tratar a un paciente difícil, aquí te presentamos algunos tips:

Ponte en el lugar de tu paciente

No asumas que sabes la razón por la cual tu paciente está enojado. Acércate a él y tómate la molestia de entenderlo. Una respuesta de esta naturaleza de tu parte seguramente que sorprenderá a tu paciente. Hazle preguntas de manera gentil sobre los motivos de su enojo y escúchalo atentamente para que logres entender su punto de vista. Este técnica te ofrecerá dos cosas: ambos se calmarán y entenderás cuál es el problema de fondo. Escuchar a tu paciente no te cuesta nada y si le regalas toda tu atención, te habrás ganado un paciente para toda la vida.

Busca una solución que beneficie a ambas partes

Cuando consigas encontrar el lenguaje adecuado que le interese a tu paciente, ten por seguro que él se abrirá contigo. Y es que muchas veces cuando nos sentimos víctimas o incomprendidos, podemos sentir que a la otra parte sólo le interesa su parte del trato y no lo que nosotros sentimos. Por eso es muy importante que encuentres una pronta solución para hacer que tu paciente deje de sentirse victimizado y pensar en una solución que te beneficie a ti y a tu paciente. Esta parte es muy importante, ya que así evitarás cualquier malentendido de manipulación o deshonestidad.

Sé realista con tus soluciones

No prometas algo que no podrás cumplir. Procura no realizar promesas vagas ya que podrías empeorar las cosas con tu paciente. Una forma efectiva de llegar a buen término es desarrollar una línea de tiempo para informarle cuándo podrás resolver el problema. Quizá cancelaste por accidente la cita de un paciente u omitiste la realización de ciertos estudios clínicos. Si fue tu error, soluciónalo ahora mismo.

Deja que tu paciente se vaya

La desesperación puede hacer que cometas otros errores. Si te muestras sumamente desesperado para que tu paciente se quede contigo, éste lo único que querrá es alejarse de ti lo más rápido posible. Si bien es cierto que debes hacer todo lo que esté a tu alcance para remediar el conflicto entre tu paciente y tú, a veces la única opción es no mostrarte desesperado para retener a tus pacientes.

Toma en cuenta los anteriores consejos y aplícalos lo mejor que puedas. No olvides que si posees un buen plan de trabajo y si continúas realizando tu trabajo con profesionalismo, más pacientes llegarán a tu consultorio.

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