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Empatía o carisma en el consultorio médico, ¿qué es mejor?

Si te cuesta trabajo establecer buenas relaciones personales en el consultorio médico, aquí tienes algunos consejos para cambiar esta situación.
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Para nadie es un secreto que entre mayor es la jerarquía de una persona dentro de una empresa (sin importar el giro de ésta), más dificultad tendrá para mantener buenas relaciones personales, situación que, por razones obvias, afecta la cohesión del equipo de trabajo y su funcionalidad.

En este sentido, conviene considerar que el carisma es una cualidad que puede ayudar a superar esta problemática, pues se trata de un don que facilita a los individuos adaptarse a sus colaboradores en beneficio de las actividades laborales; sin embargo, cuando ésta no se expresa de forma natural (lo que es realmente común), la empatía puede resultar su sustituto idóneo, pues al “ponerse en los zapatos del otro” es posible generar una estrategia que ayude a mejorar las conexiones personales.

Por ello, en esta ocasión te presentamos algunos consejos para usar la empatía en en lugar del carisma dentro del consultorio médico:

1. Usa la piel del otro

Además de ponerte “en los zapatos del otro”, necesitas pensar y reflexionar como él a fin de entender sus motivaciones. En este caso se busca aplicar lo que los expertos llaman empatía cognitiva, para mejorar la comprensión de la perspectiva de los colegas y empleados del consultorio médico.

2. Lee el lenguaje corporal de tu interlocutor

Más allá de lo que dicen con palabras, los empleados pueden manifestar sus sentimientos y emociones a través de gestos, ademanes y, claro, el tono de voz, elementos que pueden ayudar al líder médico a comprenderlos, pues en esta instancia se busca ser empático con el sentir de los colaboradores.

3. Descubre qué es lo que necesitan de ti

Al igual que ocurre en la consulta médica con tus pacientes, donde tienes que identificar lo que esperan de ti para mostrarles tu empatía, del mismo modo debes tratar de identificar qué es lo que tu colaboradores y empleados esperan de tu persona, para mejorar su conexión personal, pues de nada sirven los discursos cuando no llegan a la práctica.

Pregúntate por ejemplo: ¿confiarías en alguien que dice entender tu situación laboral pero no hace nada para mejorarla? Seguramente tu respuesta ha sido un “no” rotundo, por eso debes recordar que no sólo hay que parecer empático, tienes que demostrarlo con hechos para que la gente confíe en ti y puedas sacar adelante el trabajo y la imagen de tu consulorio médico.

Imagen: Bigstock

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