Investigaciones científicas advierten que la resistencia a los antibióticos es motivo de alarma a nivel mundial, ya que sólo en Estados Unidos cada año ocurren 23 mil defunciones por esta causa, mientras que en México, donde el problema es grave, no existen análisis al respecto.
Por ello, especialistas como la doctora Pranita D. Tamma del Centro Infantil Johns Hopkins en EE. UU. y el doctor Alfredo Ponce de León Garduño, jefe del Laboratorio de Microbiología Clínica en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, en México, alertaron sobre la necesidad de programas específicos.
Ponce de León explicó que en el país “no tenemos información fidedigna y esto plantea muchos problemas”.
Detalló que en Estados Unidos tampoco se tenía muy clara la gravedad del asunto, “hasta que se vio que había muchos gérmenes que no podían ser curados en los hospitales; entonces surgió la necesidad de nuevos antibióticos pero, por otro lado, no hay interés por desarrollarlos; no es nada fácil, pues eso cuesta mucho dinero, tiempo y esfuerzo, entre 15 años desde que se detecta la molécula hasta que se comercializa, además de una inversión de 10 millones de dólares aproximadamente”.
Aseguró que, aunque en México existen reportes sobre resistencia antimicrobiana, se carece de análisis con información útil para las instituciones, de modo que es necesario un plan de acción nacional.
Datos de la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas (IDSA, por su sigla en inglés) señalan que las infecciones son la segunda causa de muerte a nivel global, las cuales causaron 14.9 millones de muertes en 2004 (equivalentes al 29 del total global), mientras que para el 2050, por el indebido uso de antibióticos e incremento a la resistencia a estos fármacos, la cifra alcanzará los 10 millones.
Por su parte, Tamma destacó que, “la crisis de los antibióticos que estamos viendo refleja una rápida dispersión de resistencia, debido al aumento en el uso indebido de los antibióticos. Definitivamente, estamos contribuyendo a este problema”
Ponce de León destacó que la información es necesaria, pues los antibióticos han cambiado su efectividad, incluso entre hospitales, “además, por cada hora que un médico tarde en empezar el antibiótico adecuado, hay un agregado del 7 por ciento de mayor mortalidad. Las secuelas o consecuencias de un antibiótico mal diagnosticado tienen un costo altísimo”.
Subrayó que, para 2050, a escala global habrá 10 millones de defunciones por mal uso de antibióticos e incremento a la resistencia de antibióticos, de modo que la humanidad regresará a la situación que prevalecía a mediados del siglo pasado, antes del descubrimiento de estos fármacos.
Por ello, sostienen los expertos, se requiere educación y revisión continuas con guías, formulario, retroalimentación, asistencia computarizada y ciclos antimicrobianos para frenar el problema.
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