Un reciente estudio del American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine dio a conocer que 24% de las enfermeras de la Unidad de Cuidados Intensivos y cerca del 14% de las enfermeras generales del Saint Francis Hospital and Medical Center, de Connecticut, Estados Unidos, dieron positivo a estrés post-traumático.
Tal es el caso de Jordin Purcell-Ries, quien ha trabajado en dicho hospital durante tres años en el servicio de urgencias. “Miras a tu alrededor y los pasillos están llenos de pacientes en camillas; entras a la sala de espera y hay más gente a la que debes atender”.
La enfermería está considerada como una de las profesiones más estresantes, esto de acuerdo a una investigación realizada en 2012 por el Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH).
Tanto las enfermeras como los investigadores dicen que es un problema de organización que ocurre en los hospitales de todo el mundo y que el simple hecho de contratar más personal no arreglará el problema. “Es necesario que los administradores presten más atención a lo que las enfermeras tienen que decir sobre el cuidado de los pacientes y el flujo de trabajo, así como implementar programas de formación para ayudar a las enfermeras a aliviar su estrés y hacer frente a sus dilemas éticos.
Theresa Brown es una enfermera en Pittsburgh que ha escrito dos libros acerca de lo que se siente ser enfermera. “Una amiga dijo que cuando ella empezó a trabajar como enfermera, sentía ganas de vomitar mientras manejaba su auto, a causa de los increíbles niveles de estrés”, dijo Brown.
“No hay lugar donde podamos pasar un rato a solas durante cinco o 10 minutos, excepto cuando vamos al baño… siempre tenemos pacientes muy enfermos o algunos a punto de morir por lo que nunca tenemos descanso”, añadió.
Pero no sólo en Estados Unidos existe este problema. Un estudio en Hong Kong encontró que las enfermeras de ese país tienen mayores rangos de estrés, depresión y ansiedad en comparación con el resto de la población en general. En el Reino Unido, un reporte menciona que las enfermeras deben tomar días libres extra debido a que el estrés se ha disparado.
Linda Aiken, profesora de enfermería y sociología en la Universidad de Pennsylvania, menciona que la mayoría de los hospitales son demasiado burocráticos, no buscan soluciones para arreglar los problemas que existen en la atención al paciente. Esta situación existe desde hace muchas décadas”.
“En cierto sentido se podría decir que este problema es una crisis de salud pública, ya que si el suficiente número de enfermeras para atender a las personas que necesitan atención médica, el sistema de salud se vendría abajo. Creo que es hora de que las instituciones reconozcan a las enfermeras como un recurso al que deben apoyar y respetar”, finalizó Linda Aiken.
