Si crees que conoces bien a tu paciente, estás en un error; existen cosas que él jamás te dirá.
Lo que los pacientes piensan pero no se atreven a contarte
Como profesional de la salud quizá no has hecho lo suficiente para que tus pacientes se sientan a gusto en tu consultorio. Si te sientes así, tal vez has perdido de vista el significado de la palabra confianza. Tus pacientes han decidido depositar en ti toda su confianza y por eso merecen ser tratados con respeto.
Además de confianza, las otras dos palabras mágicas para conectar con la gente son empatía e inteligencia. Con ellas estamos seguros que puedes ofrecer un servicio personalizado que provoque que tus pacientes se sientan contentos y satisfechos.
Te presentamos siete claves de un estudio realizado por la Clínica Mayo realizó, en el que se resaltan las necesidades básicas que todo paciente desea de su médico:
Seguridad
Tu paciente quiere sentirse seguro contigo, por eso es muy importante que le transmitas este sentimiento. Haz todo lo posible para que se sienta cómodo y en confianza en tu consultorio.
Empatía
Ponte en el lugar de tus pacientes. Cuando te dirijas a ellos, usa palabras amables y que sean de fácil entendimiento. También te recordamos que la mayoría de la gente no está familiarizada con los tecnicismos por lo que debes explicar los conceptos que la persona no logre entender.
Trato humano
La visita al consultorio no sólo significa decirle a tu paciente qué debe hacer, sino hacerlo partícipe de su cuidado de salud. Escucha con atención lo que dice y responde con amabilidad a sus preguntas.
Franqueza
Sé sincero en las cuestiones que tienen que ver con el diagnóstico, los riesgos, la probabilidad de éxito, etc. Tu paciente prefiere que le hables con la verdad y no que le des falsas esperanzas.
Respeto
Respeta a tu paciente como persona y no como un número más en tu lista de espera. También sé respetuoso con su tiempo, no es bueno que lo hagas esperar mucho en la sala de espera.
Meticulosidad
Analiza a detalle los síntomas que presente tu paciente. Revisa si la causa de su enfermedad o la incidencia de los síntomas se deben a un problema de depresión, problemas domésticos o al estrés.