El investigador francés Romain Boisseau, del Centro Nacional de Investigaciones Científicas, dio a conocer a través de un estudio que los organismos unicelulares son capaces de aprender de las experiencias con la finalidad de adaptarse al comportamiento del ambiente.
El especialista y su equipo de científicos han mencionado que este descubrimiento podría ser una primicia mundial si logran demostrar que las células cancerosas son capaces de aprender.
Tales declaraciones implicarían que los actuales tratamientos que ayudan a controlar el cáncer eventualmente serían menos efectivos o quizá, totalmente ineficaces debido a que las células afectadas tendrían la capacidad de adaptarse ellos (los tratamientos).
Bajo este contexto, la investigación también puede llevar a “saber más sobre el potencial de aprendizaje de otros organismos simples como los virus y as bacterias”, explicaron los científicos.
En tanto, investigadores de la Universidad Paul Sabatier de Toulouse, en Francia, realizaron un experimento en donde hicieron pasar a diferentes grupos del protozoo “Physarum polycephalum”, una clase de moho que se desarrolla en la parte baja de los bosques, a través de “puentes” impregnados de sustancias amargas pero inofensivas como la quinina y la cafeína, para que pudieran acceder a una fuente de alimento.
Los investigadores observaron que al principio, los protozoos se mostraron renuentes a atravesar las sustancias, pero más tarde, aprendieron que dichas sustancias no eran peligrosas por lo que decidieron cruzar rápidamente hasta comportarse de la misma manera que el grupo de protozoo que evitó cruzar un puente libre de sustancias.
Los investigadores dijeron que este tipo de comportamiento se creía posible sólo en seres con cerebro y sistema nervioso complejo, por lo que se llevaron una buena sorpresa.
El estudio será publicado próximamente en la revista británica “Proceedings of the Royal Society B”.
