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Estudio teoriza que las redes sociales alimentan los temores a efectos adversos en la vacunación

La principal razón por la que los adultos se niegan a vacunar a sus hijos es por miedo a efectos secundarios, temores que obtienen de las redes sociales
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Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) compartió una lista. En ella, ponía las principales amenazas a la atención médica para 2019. Por primera vez en la historia, se reconoció el peligro que representa el movimiento antivacunas. Sus efectos crecientes ya se perciben en América Latina, Europa y Estados Unidos, con terribles resultados. ¿El culpable? Redes sociales.

Un estudio de la Real Sociedad de Salud Pública (RSPH) en Reino Unido propone que estas plataformas alimentan el miedo a las vacunas. Apuntan que más de la mitad de los padres han visto en ellas mensajes negativos sobre estos fármacos. Por eso, exhortan a las redes sociales y a los medios de información a duplicar esfuerzos para alejar las noticias falsas del alcance del público.

Desinformación y redes sociales: receta de desastre

Para sus hallazgos, la RSPH realizó una encuesta a más de 5 mil ciudadanos británicos. En ella, se les preguntó su actitud y sentimiento con respecto a la vacunación. En la muestra se incluyen tanto padres como adultos solteros y profesionales de la salud. A rasgos generales, los participantes señalaron que sus temores y dudas provienen de redes sociales.

De acuerdo con el estudio, existe una fuerte tendencia en redes sociales. La mayoría de la gente expresó haber visto más mensajes en contra que a favor de las vacunas en estas plataformas. Por estos mensajes, casi 1 de cada 10 padres decidió no administrar la triple viral a sus hijos. Casi todos afirmaron que lo hicieron para evitar efectos adversos o porque no creían en su efectividad.

Las redes sociales también causaron que 1 en 5 y 1 en 14 padres no colocaran la vacuna contra la gripe y el Virus del Papiloma Humano (VPH) a sus hijos. La RSHP señaló que las campañas antivacunas también crean discusiones y debates engañosos en las plataformas digitales. El resultado es una menor confianza del público hacia la inmunización. Shirley Cramer, directora del organismo, apuntó que deben redoblarse esfuerzos en todos los aspectos.

Las vacunas son una de las herramientas más poderosas para proteger y mejorar la salud pública. Nos permiten salvar a millones cada año alrededor del globo. El valor de estos fármacos a lo largo de la vida no debe ser subestimado. Con el alza de las redes sociales, debemos protegernos ante las noticias falsas. Es inaceptable, en el siglo XX, permitir el regreso de condiciones prevenibles.

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