Tu labor como médico no se limita a curar enfermedades o tratar padecimientos en tus pacientes, entre tus obligaciones como profesional de la salud también se encuentra el entablar una comunicación constante con ellos para mantenerlos al tanto de algunos problemas o riesgos de salud latentes a los que pueden llegar a enfrentarse. Uno de estos riesgos se encuentra en las cirugías de rejuvenecimiento vaginal, las cuales han cobrado auge en los últimos años.
El auge de este tipo de cirugías es tal, que incluso la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha tenido que manifestarse en contra de ellas, “invitando” a varias compañías a dejar de promocionar los actuales dispositivos láser que son empleados para la realización de los procedimientos publicitados como rejuvenecimiento vaginal, pues son tratamientos bastante peligrosos y que ponen en peligro la vida de las mujeres.
Lo anterior se debe a que originalmente este tipo de láseres y dispositivos fueron empleados para el tratamiento de graves enfermedades como el cáncer, las verrugas genitales y la histerectomía; sin embargo, durante los últimos años diversas compañías han comenzado a utilizarlos para la realización de la cirugía de rejuvenecimiento vaginal, la cual es constantemente promocionada como la solución contra síntomas relacionados con la atrofia vaginal, la menopausia y la incontinencia urinaria.
De esta forma, aunque los dispositivos son anunciados para dar una nueva forma al tejido vaginal y “rejuvenecerlo”, la FDA afirma que para poder obtener este cambio se corren demasiados riesgos como causar quemaduras, cicatrices y un fuerte dolor en las mujeres, por lo cual alertó sobre este procedimiento.
En ese sentido, la FDA solicitó el apoyo de ginecólogos y médicos en general para alertar a los pacientes sobre este grave procedimiento que especialmente es empleado en mujeres jóvenes, para evitar que sean víctimas o sufran dolores innecesarios.
