En días anteriores, diputados priistas pidieron a la Secretaría de Salud y a las autoridades de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed), actuar con prontitud contra establecimientos médicos clandestinos, especialmente contra quienes se ostentan como cirujanos.
Esta medida, dijeron los senadores, obedece al incremento de muertes y de daños irreversibles que muchos seudomédicos ocasionan a los pacientes que se someten a cirugías sin saber si el médico está debidamente certificado.
Bajo este contexto, el Dr. Gustavo Gaspar Blanco, cirujano plástico, miembro de la Asociación Mexicana de Cirugía plástica y Reconstructiva (AMCPER), precisó que dicha medida legislativa que incluye a la cirugía plástica dentro de las actividades que requieren de título universitario o certificado de especialización, es algo que México necesitaba con urgencia.
A los cirujanos plásticos certificados les cuesta muchos años tener la preparación adecuada para poder realizar este tipo de cirugías. Y eventualmente empezaron a surgir médicos generales que tomaban cursos de cirugía plástica que duraban tres meses o medio año, por lo que estas personas, aunque tienen título de médico general, no están capacitados para practicar la cirugía.
Destacó que muchos de estos pseudocirujanos no tienen los conocimientos básicos de cirugía general. Resaltó que esto se debe principalmente a la proliferación de escuelas “patito” en donde se dedican a dar cursos de “cirugía express”.
Por desgracia muchos pacientes a la hora de acudir con estas personas desconocen que el médico en realidad no está capacitado para hacer este tipo de cirugías. Y lo peor de todo son las consecuencias para la salud de las personas que esto puede ocasionar. Si un verdadero especialista debe ser muy cuidadoso con su trabajo, entonces estos cirujanos charlatanes son un verdadero peligro para las personas. La AMCPER ha seguido muy de cerca esta problemática en la Cámara de Diputados para que los médicos que no estén certificados para ejercer como cirujanos sean debidamente sancionados por la ley.
Señaló que la imagen y el prestigio de los médicos cirujanos está en riesgo por esta clase de prácticas que desacatan las leyes.
Por otra parte, destacó que por cada médico cirujano certificado hay 15 charlatanes. En todo México hay entre 1500 y 1800 cirujanos debidamente certificados, por lo que podríamos estar hablando de más de 25 mil médicos que no tienen la certificación correspondiente para ejercer la cirugía en nuestro país.
Indicó que en la página web del Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva existe un directorio donde aparecen todos los nombres de los médicos cirujanos. “Si una persona tiene dudas sobre la veracidad y capacidad de su médico, puede consultar esta página y si el nombre del cirujano no aparece ahí, entonces posiblemente el médico no está certificado y lo mejor será que consulte una segunda opción”, comentó Gustavo Gaspar Blanco, quien dijo que la certificación es de suma importancia ya que demuestra que el médico está realmente preparado para ejercer con responsabilidad y profesionalismo.
