Es una realidad innegable que cualquier persona se encuentra expuesta a presentar algún tipo de problema de salud en cualquier momento; sin embargo, existen ciertos factores y hábitos que pueden incidir de forma directa en el riesgo de que éstos ocurran. Idealmente el acceso a la salud debería de encontrarse garantizado para todas las personas indistintamente de su raza, sexo u orientación sexual, desafortunadamente no siempre es así.
De acuerdo con The Lancet, en su publicación más reciente, esto ocurre en los Estados Unidos de forma cotidiana, pues los varones, particularmente aquellos pertenecientes a grupos minoritarios como latinos o afroamericanos, cuentan con un menor acceso a la salud en comparación con sus contrapartes femeninas.
Los hombres experimentan permanentemente vidas más cortas, mayores amenazas a la salud y seguridad y menos acceso a la atención médica que las mujeres.
De esta forma, el texto toma como fundamento un informe de la Asociación Estadounidense de Psicología (APA), el cual destaca las vulnerabilidades que presentan los varones de minorías raciales y sexuales en temas de salud en Estados Unidos, quienes no presentan los mismos beneficios que el resto de la población.
El mismo informe detalla que los hombres de minorías tienen tasas más altas de VIH, suicidio y problemas de salud mental, además de que presentan una mayor exposición al crimen de odio y la estigmatización.
Por su parte, la revista afirma que dentro de las recomendaciones generales para buscar acabar con este problema se encuentra el crear conciencia sobre los determinantes estructurales de los riesgos que existen para la salud de los hombres y una atención médica más accesible para la salud mental.
