Autoridades del Hospital General “Dr. Manuel Gea González” (HG-MGG) dieron a conocer que, a más de seis meses desde el sismo de 7.1 grados ocurrido el pasado 19 de septiembre, el complejo hospitalario opera a un 70 por ciento de su capacidad, debido a las lesiones estructurales registradas en el inmueble.
Pediatría y ginecología, en estado de demolición
Con esto en mente y tomando como base la información depositada en un artículo publicado por la cadena de noticias del diario Excélsior, el terremoto que dejó al menos tres mil inmuebles al borde del colapso en la Ciudad de México provocó que la estructura del antiguo edificio del HG-MGG quedara completamente inhabilitada.
En esa tesitura, el Dr. Octavio Sierra Martínez, director médico del Hospital General “Dr. Manuel Gea González”, detalló que desde aquella fecha las especialidades que eran atendidas en esa zona del sanatorio, Pediatría y Ginecología & Obstetricia, tuvieron que ser trasladadas a otras áreas del nosocomio. Un hecho que redujo en un 30 por ciento la capacidad del complejo hospitalario y que ha representado un auténtico dolor de cabeza para los profesionales de la salud.
Tomará al menos un año y medio más regresar a la capacidad de atención que se brindaba hasta antes del sismo […] en el edificio antiguo del hospital, se encontraban los servicios de pediatría y gineco-obstetricia, mismos que se adaptaron en otros espacios disminuyendo camas a otros servicios. Cada año, el Hospital Gea brinda en promedio 160 mil consultas, atiende 92 mil urgencias, dos mil partos y realiza 17 mil cirugías.
Asimismo, el funcionario público detalló que tras el sismo las intervenciones quirúrgicas se han tenido que realizar tanto en la mañana como en la tarde, para evitar retrasos que podrían representar un problema para el tratamiento y la atención del paciente. No obstante, esto ha sido una carga excesiva para los profesionales de la salud.
Apoyo de la UNAM tras el S19
Tras el sismo del 19 de septiembre del año pasado, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), habilitó una serie de servicios de atención para la población afectada por las crisis nerviosas que generó el movimiento telúrico. Este apoyo continúa y es una de las buenas cosas que se originaron en medio de la tragedia.
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