El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó al Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y al Congreso de la Unión los avances logrados a partir del 2013, entre los que destaca el desarrollo de finanzas sanas a corto y mediano plazo, a diferencia de anteriores administraciones.
En su primer reporte de este tipo, el director general del instituto, Mikel Arriola, advirtió que el organismo enfrenta presiones debido a la creciente demanda de servicios de salud; no obstante, asegura que se han realizado esfuerzos durante los últimos años para incrementar sus ingresos y hacer uso más eficiente de los recursos, permitiendo con ello que su déficit de operación se mantenga bajo control y se refleje en la reducción del 60 por ciento del uso de sus reservas.
Por ello, se continuará con un manejo responsable del gasto y se buscará generar mayores ingresos a través de eficiencia en la incorporación y recaudación.
Arriola aseguró que “mejoran las expectativas de suficiencia financiera para el instituto, comparado con lo que se mostró en informes anteriores”.
Para subsanar la situación financiera del IMSS, la administración implementó un plan enfocado en dos aspectos principales: aumentar la calidad y calidez de los servicios, y sanear financieramente a la institución.
El creciente gasto de salud, señaló el informe, es producto de dos grandes retos: la profunda transición demográfica y el cambio del perfil epidemiológico que se traducen en demanda de recursos para atención de enfermedades crónico degenerativas, infecciosas, y atención materno-infantil.
Imagen: IMSS
