Un grupo de investigadores del College of Food Science and Engineering at Northwest A&F University, en China, descubrió que una sustancia llamada ácido chicórico que se encuentra en la lechuga escarola o en la albahaca, podría ser efectivo en la prevención de la pérdida de memoria relacionada al Alzheimer.
Otras investigaciones ya habían confirmado que el ácido chicórico contiene antioxidantes, por lo que tiene la capacidad de reducir o incluso prevenir algunas clases de daño celular provocado por el estrés oxidativo. Partiendo de esta idea, los científicos chinos decidieron averiguar si esta sustancia sería capaz de proteger contra el deterioro de la memoria.
Para la realización del estudio los investigadores utilizaron tres grupos de ratones. Uno de los grupos fue tratado con lipopolisacáridos (LPS); el segundo grupo con LPS y ácido chicórico. El tercero representó el grupo control.
La memoria y las habilidades de aprendizaje de todos los roedores se evaluaron mediante dos pruebas de comportamiento de forma de laberinto: una de las pruebas estudió la voluntad de los ratones para explorar nuevos alrededores y la segunda evaluó su capacidad para recordar y moverse por su entorno.
Posteriormente, los investigadores hallaron que los roedores tratados con LPS tardaron más en completar los laberintos que roedores tratados con LPS y ácido chicórico, lo que podría significar que el ácido disminuiría el riesgo de deterioro de la memoria inducida por LPS.
Los resultados también demostraron que el ácido chicórico redujo la acumulación de proteínas beta-amiloides inducidas por el tratamiento con LPS.
La investigación publicada en la revista The FASEB Journal, señala que dichos resultados sugieren que el ácido chicórico podría ser una “intervención terapéutica plausible para las enfermedades relacionadas con la neuroinflamación, como el Alzheimer”.
