Investigadores de Brigham and Women’s Hospital de Boston determinaron que los corticoides son eficaces en el asma leve a moderada, pero no en el asma grave.
Por el contrario, los corticoides no eliminan la inflamación, la perpetúan, de acuerdo con Bruce Levy, director de la investigación publicada en Science Inmunology. Pero lo que los investigadores necesitaban saber era por qué los pacientes tratados con corticoides no mejoran, sus resultados fueron que: el aumento continuo de dosis de corticoides sólo empeora la situación.
Los investigadores determinaron esto mediante un estudio en el cual analizaron las células inmunes obtenidas de pacientes con asma y de personas sanas, estudiaron un tipo de linfocitos, llamados células asesinas o células NK, las cuales son responsables de dar respuesta inmune y controlar la inflamación; pero éstas no son capaces de detener la inflamación de asma grave porque al presentarse una inflamación las NK son superadas por otras células inmunes pro-inflamatorias.
Cuando esto ocurre los corticoides sólo limitan más las capacidades de las NK, reforzando así la inflamación de las vías aéreas.
Bruce Levy, el autor del estudio asegura:
Dada la acción de los corticoides sobre las células NK, los pacientes con asma grave que están tomando corticoides pueden estar experimentando los efectos secundarios de estos fármacos sin recibir ningún beneficio significativo.
De acuerdo con Levy, la solución a este problema se encuentra en las moléculas “lipoxinas”, ya que éstas ayudan a mantener una función antiinflamatoria de las células NK, son el mecanismo contrario a los corticoides.
“Nuestro estudio ha identificado a las células NK de las vías aéreas como una diana de las lipoxinas para la eliminación de la inflamación. El problema, sin embargo, es que estas lipoxinas son producidas en muy baja cantidad en el asma grave. Necesitamos más estudios al respecto”, concluyó Levy.
En la actualidad, 300 millones de personas padecen asma, la mayoría de los afectados son son niños y adolescentes.
