Los médicos están en la mira de las autoridades estadounidenses, pues de acuerdo con algunas investigaciones, las adicciones entre los profesionales de la salud asciende a entre 10 y 15 por ciento, principalmente porque tienen mayor acceso a los medicamentos.
“El estrés que genera nuestro trabajo hace que disimulemos nuestra adicción”, dijo Peter Grinspoon, profesor de medicina en la Universidad de Harvard, que el año pasado publicó su libro Free Refills: A Doctor Confronts His Addiction, en el cual narra su experiencia en primera persona su grave adicción a los opiáceos.
Los médicos con frecuencia somos maltratados, nos ofrecen contratos basura y bajos salarios, así como condiciones laborales infrahumanas; no conozco a nadie que trabaje 24 horas seguidas y continué con sus actividades como si nada. Esta es la razón por la que muchos médicos recurren a ciertos fármacos para aguantar el ritmo de trabajo. Trabajar un día entero y no caer en las adicciones, imposible.
Su adicción a los medicamentos le trajo una mala experiencia
En su libro, Peter Grinspoon narra que en 2005 la policía estatal y miembros de la Agencia de Lucha Contra las Drogas de Estados Unidos (DEA), entraron a su consultorio con una orden de arresto. “No tenía denuncias por parte de algún paciente, así que pensé que todo se debía a mi adicción a los opiáceos para controlar la fatiga. Fue un momento difícil pues negaba a aceptar que era un adicto”, dijo.
En su libro, Grinspoon señala que durante los tres años que duró su rehabilitación, recibió tarjetas de sus pacientes que decían “recupérese pronto”. “Además tuve que afrontar tres cargos criminales por prescribir de manera fraudulenta una sustancia controlada. Por fortuna todo terminó en libertad condicional y tuve que tomar un programa de rehabilitación”.
La adicción es complicada, el estrés en el trabajo fue un factor importante y fue muy fácil poder acceder a los opiáceos. Mi matrimonio fracaso, así que eso tampoco ayudó. Desde mi adolescencia tuve un gusto por las drogas ¡lo cual tampoco ayudó!
Luz al final del túnel
Gracias a un buen abogado y al programa de rehabilitación que es especial para médicos, pude salir adelante. La desintoxicación me llevó meses, pero el cargo de conciencia se quedará toda la vida.
