México podría perder grandes cantidades de dinero en caso de no seguir invirtiendo en salud. Así lo afirmó Cristobal Thompson, director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF).
De acuerdo con lo informado por el directivo, si el país no resuelve los problemas que impiden el acceso a la salud y los altos costos de las enfermedades degenerativas, es posible que deba afrontar pérdidas económicas de hasta 6,1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para el año 2030.
“La Secretaria de Salud (SSa) recibió para 2016 un presupuesto de 28 mil 270 millones de dólares, mismo que ya ha sido recortado en dos ocasiones durante el primer trimestre del año. Espero que el gobierno tenga presente el valor que tiene a futuro la inversión en salud, visto como un detonador de competitividad y productividad. Sabemos que el entorno no es fácil, pero la salud representa un factor de competitividad y productividad para cualquier país”, explicó Thompson.
El experto informó que ahora, los retos en salud del país deben centrarse en el envejecimiento de la población, pues dentro de diez años llegará a su máximo histórico. Asimismo, indicó que las enfermedades no transmisibles también deberían entrar dentro de la agenda, pues son derivadas de la propia edad y del alto índice de sobrepeso y obesidad que imperan en el país y que afectan a más del 70 por ciento de la población.
Por su parte, Javier Amtmann, presidente de la AMIIF, opinó que la medicina de innovación es esencial para que un país tenga buena salud, así como otros beneficios económicos y sociales; sin embargo, para conseguirlo es necesario invertir en el sector salud, por lo que el panorama de México podría ser favorable.
Bajo este panorama, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), ya autorizó 213 medicamentos innovadores relacionados a 73 por ciento de las causas de mortalidad en México.
