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¿Es posible mostrar empatía a tus pacientes sin temor a represalias?
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Mostrar empatía sin arriesgarse a una demanda por negligencia médica, ¿es posible?

Uno de los más grandes enigmas para los médicos es saber cómo expresar su humanidad sin temor a una demanda ante un resultado adverso o inesperado.
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ley

Recientemente, la Fiscalía General de Justicia en el Estado de Oaxaca (FGJ-O) vinculó a proceso del Dr. Luis Alberto Pérez Méndez por el delito de homicidio doloso perpetrado en contra de un menor de edad. Una demanda que bien le pudo haber valido una condena desde 8 hasta 20 años de prisión, por una reacción anafiláctica que, como es sabido, no se pueden prevenir.

Su error: ¿haber aceptado la culpa?

¿Cómo se puede ser empático cuando los resultados no son tan favorables? Lo ocurrido con el Dr. Pérez Méndez puede ser un parteaguas en la atención de los casos asociados a una posible negligencia médica, ya que debido a un efecto adverso, el paciente perdió la vida. ¿Por qué fue acusado por un delito y no por negligencia?

Con esto en mente, el equipo editorial de Saludiario se ha dado a la tarea de establecer un panorama para que los médicos conozcan cuales son las causales que podrían ocasionar una demanda por una posible negligencia médica.

a) La instancia

La Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED) es la instancia encargada de la recepción de quejas formuladas por pacientes que deseen que sea esclarecido un asunto de esta naturaleza, toda vez que:

La queja médica se haya derivado directamente de la actuación, el diagnóstico, el tratamiento, la cirugía, etc., del médico o prestador de servicios de salud y cuando se haya presentado una irregularidad en el servicio médico, una omisión, una negación del servicio, un error técnico, una mala práctica médica, una imprudencia, una negligencia (abandono, descuido), impericia (falta de conocimiento de la técnica, de experiencia, de habilidad o de pericia), etc.

b) Sin embargo… el MP

Sin embargo, si el paciente presenta una demanda o denuncia ante los tribunales del Poder Judicial; por ejemplo, una denuncia ante las autoridades del Ministerio Público (MP), el profesional de la salud podría ser acusado por un delito que lo resuelve la materia penal intercedida por un juez. Tal y como ocurrió con el Dr. Luis Alberto.

Tampoco procede la queja ante la CONAMED cuando la presunta negligencia médica sea por un asunto relacionado con:

  • Prestaciones administrativas y laborales;
  • No se desee llegar a un acuerdo; y,
  • Por “cobros excesivos” de servicios y productos en hospitales, entre otras.

c) Estatutos de disculpa

El médico en esa tesitura, podría estar en un estado de indefención ante la Ley que podría acusarlo por diversas causales del Derecho ante una posible “confesión” sobre lo ocurrido.

En estos casos, legislaciones como las de 36 estados de los Estados Unidos, han establecido un marco de protección para los profesionales de la salud que han definido como los Estatutos de Disculpa para Médicos, donde los jueces reconocen esta protección a la praxis médica.

d) ¿Cómo ser empático?

El médico debe ser claro al momento de hablar sobre una intervención quirúrgica con el paciente. Toda cirugía lleva consigo una carga valorativa específica; una intervención de este tipo es compleja y puede ser susceptible de todo tipo de eventos adversos. Y esa situación el paciente y sus familiares lo deben de saber y reconocer.

En esa tesitura, un buen programa diseñado para la gestión de riesgos podría ser muy útil en la contención de este tipo de controversias, como se señala en el portal Modern Medicine Network, ya que incluye, entre otros aspectos, los siguientes puntos:

  • ¿Cómo manejar situaciones de resultados adversos imprevistos?
  • Tener al menos un testigo presente que está del lado del médico cuando habla con el paciente y / o los miembros de la familia;
  • Tener disponibles los registros clínicos que corroboren que lo que salió mal fue una complicación conocida e inevitable; refiriéndose, de manera comprensiva, a estos registros durante la conversación y después, teniendo el médico y su testigo en la historia clínica que dijeron qué y qué sucedió durante la conversación.
  • Colocar las notas de este encuentro en la historia clínica debe garantizar su admisibilidad en el ensayo, si es necesario.

 

Imagen: Bigstock

 

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