Investigadores de General Electric (GE), en colaboración con médicos de la Clínica Mayo, desarrollaron una nueva resonancia magnética con una técnica de imagen llamada MR-Touch, la cual proporciona un elastograma capaz de mostrar los diferentes grados de elasticidad o rigidez de los tejidos blandos del hígado y que facilita el diagnóstico de enfermedad hepática.
Esta tecnología ya fue probada en una persona de nombre Wayne Eskridge, quien durante cuatro años recibió diagnósticos erróneos de enfermedad hepática. “En 2010 un médico me dijo que iba a morir debido a un diagnóstico de cirrosis hepática fase cuatro. Perdí toda esperanza, pero después recibí otra opinión médica y me dijeron que no tenía ninguna enfermedad del hígado. Empecé a recuperarme emocionalmente cuando recibí otro diagnóstico contrario al que me habían dicho la última vez”, dijo Eskridge.
“Durante 4 años recibí diagnósticos variados, primero me dijeron que sí estaba enfermo, luego que no y después que sí lo estaba. Ya no sabía qué pensar pues la información que me daban era insuficiente y lo peor es que no sabía a quien recurrir”, dijo el paciente.
Sin embargo, los problemas de Eskridge terminaron cuando el desarrollo de una nueva resonancia magnética ayudó a los profesionales de la salud a diagnosticar esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), enfermedad de difícil diagnóstico que puede afectar a personas que beben poco o nada de alcohol.
“Ahora sé que tengo cirrosis fase 3-4, pero no es fatal. Pero mi diagnóstico sería mucho mejor si hubieran descubierto esta enfermedad años atrás”, señaló Wayne Eskridge.
Gracias a esta nueva tecnología, los médicos podrán capturar imágenes del hígado en 14 segundos para detectar cualquier enfermedad hepática, de esta forma los médicos podrían realizar diagnósticos más precisos y efectivos.
La siguiente gráfica muestra el número de muertes en Canadá por enfermedad hepática crónica y cirrosis, entre el año 2000 y 2012:
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