Tener adecuada relación médico-paciente garantiza la adherencia al tratamiento; sin embargo, a menudo, ésta se ve afectada por el comportamiento de alguno de los involucrados. Si bien en algunos casos suele subestimarse, existe un tipo de pacientes cuya conducta afecta negativamente los resultados de los esfuerzos médicos: aquellos que niegan el malestar y el dolor.
Cuando los médicos se encuentran con dicha conducta no llegan a considerarla un problema, contrariamente, hallan ejemplar el comportamiento de éstos; no obstante, en muchos cuadros dolorosos esto puede resultar contraproducente, ya que indicaría, por ejemplo, en caso de dolor isquémico, un mecanismos de defensa originado por la negación del malestar, que aunque ayuda a reducir la experiencia de dolor, trae consigo desinterés por el autocuidado seguido de riesgos innecesarios.
Aprende a lidiar con pacientes estoicos
En caso de enfrentar una situación como la antes descrita, el médico debe:
- Informar al paciente sobe sus limitaciones y el impacto que tendrá en su calidad de vida el incumplimiento del tratamiento.
- Buscar en compañía del paciente y sus familiares las causas de fallas en el seguimiento de la terapia.
- Ser realista, dejar de lado frases que fomenten falsas expectativas en el paciente.
- Indagar sobre posibles malestares del paciente y olvidar conformarse con expresiones huecas como “estoy bien”.
La relación médico-paciente puede complicarse dependiendo de la conducta que muestre este último, por tanto, es obligación del profesional de la salud detectar los comportamientos que suelen afectar el tratamiento y tomar medidas al respecto. ¿Y tú, has lidiado con algún paciente estoico?