Justo cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido la contribución de Rusia al arreglo de la situación humanitaria en Siria, el embajador ruso en Turquía, Andréi Kárlov, fue asesinado este lunes en Ankara por un pistolero que clamó venganza por Alepo.
Tras visitar un hospital del Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia en Siria, la representante del organismo de Naciones Unidas en este país azotado por la guerra contra el terrorismo, Elizabeth Hoff, dijo haber quedado “impresionada por la generosidad y la ayuda que llegó desde Rusia en el momento en que más lo necesitaban”.
Acompañada por el director del Departamento de Salud de Alepo, Ziad Hadj-Taha, Hoff visitó el nosocomio y se familiarizó con su funcionamiento a la vez que agradeció a Rusia la atención médica proporcionada a los heridos en el conflicto armado y se abordó un acuerdo para estrechar la cooperación a fin de ayudar a los refugiados y residentes de Alepo.
Según lo señalado por el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, Ígor Konashénkov, la operación de Moscú y Damasco para la retirada de los combatientes y sus familias de Alepo abrió el camino al alto al fuego en otras regiones de Siria.
No obstante, pese al aparente éxito del régimen de Bashar al-Assad y su aliado Vladimir Putin, la nación rusa fue víctima de un hecho calificado como “atentado terrorista” en la ciudad de Ankara, en Turquía, donde el embajador Andréi Kárlov fue acribillado por un presunto “agresor solitario” mientras inauguraba una exposición fotográfica.
El agresor, un policía de 22 años que se encontraba fuera de la unidad de antidisturbios y que fue abatido dentro del mismo edificio, gritaba “¡Dios es grande! ¡Dios es grande! ¡Nosotros morimos en Alepo, ustedes mueren aquí! ¡Matan a gente inocente en Alepo y en Siria!” mientras lanzaba disparos, primero al aire y luego a Kárlov.
Las autoridades turcas ordenaron reforzar la seguridad en torno a la legación rusa en Ankara, ya que en la última semana hubo grandes manifestaciones ante los consulados de Rusia e Irán prometiendo venganza por Alepo.
Se cree que el atentado contra Kárlov tendría como principal objetivo obstruir las relaciones entre Turquía y Rusia, las cuales se reanudaron apenas a mediados de este año.
Moscú y Teherán apoyan al régimen del presidente sirio Bachar el Asad en la guerra que ha destruido a la ciudad de Alepo.
En el lugar del atentado, dos personas más resultaron heridas.
