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Paciente permanece despierta mientras le extraen tumor cerebral

La extirpación de un tumor cerebral es una de las cirugías más delicadas pues se corre el riesgo de dañar algunas funciones corporales.
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La extirpación de un tumor cerebral es una de las cirugías más delicadas pues se corre el riesgo de dañar algunas funciones corporales, como la del lenguaje.

Y precisamente este fue el reto al que tuvieron que enfrentarse hace poco menos de un mes un equipo de médicos neurocirujanos, neurofisiólogos, anestesistas y neuropsicólogos del Hospital Universitario Miguel Servet (HUMS), en España.

Los profesionales decidieron que la única manera de evitar un daño irreparable, era interviniéndola despierta y pidiéndole que hablara mientras realizaban la intervención cerebral.

Pese a que no es el único caso semejante al que los médicos se han enfrentado, éste presentaba algunas características que lo hacían único.

Y es que a través de un comunicado de las autoridades hospitalarias, el lenguaje nativo de la paciente es el árabe, por lo que los médicos tuvieron que hallar la forma de preservar tanto el área de la lengua materna como el de la aprendida, el español.

Los cirujanos señalaron que la complejidad de este tipo de intervenciones consiste en que la lesión se encuentra junto a zonas fundamentales desde el punto de vista funcional, como las áreas cerebrales que controlan y coordinan el habla. “Si algo sale mal, se puede afectar la capacidad de entendimiento o la de hablar. A pesar de que se trató de un tumor benigno, la cirugía podría ocasionar un sangrado intracraneal, así  que la mejor opción que encontramos fue operarla, pero despierta, por lo que la paciente nos ayudó en su propia intervención”, dijeron los médicos.

Para resolver el problema, los cirujanos utilizaron test bilingües diseñados especialmente para esa ocasión.

Para saber dónde entrar en la corteza cerebral, en una tablet mostramos imágenes a la paciente y ella las nombraba, tanto en árabe como en español. Mientras tanto, nosotros administrábamos un estímulo eléctrico en el área de la corteza en la que el neurocirujano apoya una sonda. Si la paciente respondía con normalidad, entonces era una zona segura, pero si se alteraba la capacidad para nombrar las imagines, sabíamos que era una zona que no debíamos intervenir”, explicó la neurofisióloga Alicia Sáenz de Cabezón.

Finalmente se dio a conocer que la cirugía resultó exitosa. Al respecto, el neurocirujano David Rivero, comentó que desde hace más de cinco años se realizan este tipo de operaciones en el Servet. “No son casos frecuentes, pero sí de gran importancia pues debemos mantener la seguridad de la capacidad del habla de este tipo de pacientes”.

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