Aunque tal vez a primera vista las cerezas pueden ser consideradas como un pequeño fruto que usualmente es empleado para adornar postres, en realidad se trata de un alimento potencialmente peligroso que puede atentar contra la salud de tus pacientes y todo es causado por uno de sus componentes.
Lo anterior fue comprobado hace unas semanas en Blackpool, Inglaterra, donde un hombre repentinamente comenzó a sentirse mal, por lo que tuvo que ser llevado a la sala de urgencias de un hospital de la localidad para recibir atención médica, pero gracias al trabajo de los galenos logró recuperarse rápidamente.
Posteriormente, médicos locales realizaron un análisis y descubrieron que todo fue causado por la alimentación del hombre, en especial por haber consumido cerezas. Después de un profundo estudio, vieron que el hueso de la fruta contiene amigdalina, que al ser ingerido se convierte en cianuro de hidrógeno, una sustancia mortal para la salud de las personas.
En ese sentido, los médicos también expresaron que los huesos de otras frutas como chabacanos, duraznos, peras, ciruelas y manzanas contienen glucósidos cianogénicos, los cuales al ser ingeridos por las personas se convierten en cianuro por la acción de las bacterias intestinales, lo que también represente un peligro para la salud.
A pesar de que la cantidad tóxica es mínima, si se llega a consumir en grandes cantidades cualquiera de las 2 sustancias mencionadas, se pueden generar consecuencias lamentables en la salud de las personas, por lo que es recomendable que a tus pacientes les indiques el peligro que corren al consumir los huesos de estas frutas.