Una de las primeras preguntas que se formula el médico al ejercer de forma independiente tiene que ver sobre cómo quiere que sus pacientes recuerden sus servicios.
Esto va muy de la mano con la visión profesional a largo plazo. Es decir, si deseas que tu empresa de salud sea reconocida como “consultorio del Dr. Fulano de Tal”, podrás alcanzar ciertas ventajas, pero también te enfrentarías a algunos contras. A continuación te decimos cuáles son:
Nombre propio
Ventajas:
- Es más personal y refleja que tú serás el médico que atenderá las necesidades del paciente.
- Si vives en una ciudad pequeña, posiblemente te conocerán rápidamente y la gente corra la voz de los servicios que ofreces.
- Podrás incluir en tu estrategia de marketing tu preparación académica, títulos, preparación continua, reconocimientos, etc.
- Tendrás la opción de manejar tu nombre como figura pública convirtiéndote en líder de opinión en tu especialidad médica.
- Tus pacientes tendrán un mejor vínculo emocional con tus servicios.
Contras:
- Tu capacidad de servicio podría ser limitada, en caso de que quieras contratar otros médicos que te ayuden en tu consulta. Esto hará que el paciente perciba limitada la atención médica.
- Si no te gusta tu nombre como figura pública ya sea porque eres una persona más reservada o prefieres mantener confidencialidad en ese sentido, esta opción podría no ser para ti.
- Tu nombre tendrá un tiempo de vida limitado. Conforme tu edad avance y surgen otros médicos que compitan contigo, habrá un segmento de pacientes que no confiará en ti “por tu edad” y preferirá a los jóvenes y con nuevas ideas y técnicas, sin importar que tu poseas más experiencia y capacidad.
Recuerda que la decisión que tomes debe estar basada en tus objetivos personales y profesionales.
